El dream team, la alineación perfecta. Todos tenemos nuestras favoritas de nuestros favoritos. ¿Qué mejor forma de celebrarlo que con una playlist de ensueño de aquellos artistas que conocemos lo suficiente como para mojarnos en tamaña empresa?
Empecemos con un mito como The Cure. En un recopilatorio asequible en estos tiempos (40 o 45 minutos, entiendo) entrarían las siguientes, no sin dolor, por supuesto. El orden cronológico me vale... Esta vez, al menos.
1. Boys Don't Cry: uno de sus singles primerizos que ya es una maravilla de pop-post-punk. De ritmo agitado y estribillo adrenalínico.
2. Play for Today: teclados atmosféricos para este tema emblemático que no deja de ser dulce y adhesivo a pesar del aura de fatalismo que le dan las teclas y el bajo.
3. A Forest: primer contacto serio con el lado oscuro del grupo. Este bosque impenetrable oculta secretos terribles y suculentos.
4. The Hanging Garden: desde las profundidades abisales de Pornography, el retrato de la violencia con guitarras fantasma y una base rítmica sacada del mismo infierno.
5. The Caterpillar: esta oruga es pura luminosidad para curarnos de lo árido que precede. Pop preciosista y encantador, casi latino.
6. Inbetween Days: otra de las más grandes, la apertura de The Head on the Door no solo anticipa las glorias de "Just Like Heaven", es una de las cosas más bonitas, euforizantes y adictivas que puedan escucharse.
7. A Night Like This: preciosa, rutilante, emotiva... no hay palabras que hagan justicia ni al riff circular que oscila como un péndulo, ni al arrebato noctámbulo de ese saxo que deja paso a un Robert Smith que canta aquí como nunca.
8. Just Like Heaven: si se hiciera un encuesta, esta ganaría como la mejor canción de los Cure. Y lo competiría por lo menos como la mejor de los 80. El adornito de guitarra que la vertebra a modo de estribillo es por sí solo un hito de la cultura popular. Impagable y preciosa.
9. Lovesong: amor y delicadeza en tiempos de desintegración. Espectacular, contenida y grandiosa en su sencillez. Y otro soniquete de teclado para la posteridad.
10. Fascination Street: zambullida en la oscuridad más impenetrable envueltos en ese bajo palpitante y eterno que es el perfecto colchón para unas de las mejores guitarras que hayan grabado. Sentimiento y grandiosidad desde el interior, sin ampulosidades ni épicas baratas.
11. Friday, I'm in Love: se me antoja imposible un cierre mejor. Optimismo y emoción a manos llenas a cargo de uno de sus singles más exitosos y rotundos. ¡Es viernes, estoy enamorado!
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