miércoles, 12 de agosto de 2015

Manual de hechicería

Led Zeppelin [IV] (Led Zeppelin, 1971)
 


HARD ROCK. Led Zeppelin IV. El disco. El mito. Es bueno hacer esta diferenciación antes de enfrentarse a la obra magna del que fuera grupo de hard rock por excelencia durante un par de lustros. Tampoco voy a decir que la opinión sea unánime. Nunca lo ha sido ni lo será con el mejor álbum de uno de los grupos más adorados y vilipendiados de la historia. Dicho esto me gustaría aclarar que Led Zeppelin ha caído bastantes peldaños en los últimos años en mi escalafón personal de leyendas.

Sin embargo todavía me resulta irresistible someterme a esa carga sexual de la descoyuntada "Black Dog", a ese infierno percutivo y guitarrero de "Rock and Roll" (¿su canción más sencilla? Sin duda de las más efectivas), o a ese mastodonte que es "When the Levee Breaks". Pura dinamita. Y ya lo sé... En el ínterim hay que sufrir las especias algo rancias de "The Battle of Evermore" o el exceso desproporcionado de "Stairway to Heaven". Para bien o para mal, el corazón del disco en todos los sentidos. Suena añeja, ha perdido vigencia (si es que alguna vez la tuvo) y ya no epata como antes. Es cierto que me ha gustado mucho. Incluso aprendí a tocarla con la guitarra (más o menos). Tampoco puedo decir que esté sobrevalorada. Como no puede estar sobrevalorada una obra de Mozart. Lo que sí es cierto es que oyéndola me entran ganas de agarrar la guitarra y desgañitarme al ritmo de "Anarchy in the UK". Contradictoria, linda... Por favor que deje de coronar las listas de mejores canciones de historia.

Con todos estos pros y contras, no puedo más que afirmar que esto es un disco sólido y rotundo con todas las letras. El fiel reflejo de cómo se hacían las cosas en esos años. Se pulían las mejores melodías de las que uno era capaz y se hacían carne por medio de instrumentistas sobrehumanos. Para ese servicio estaba el martillo mayestático de John Bonham; los devaneos delicados, mántricos o a degüello del hacha de Jimmy Page; el bajo pionero y servicial de John Paul Jones; y la voz andrógina, avasalladora o caricaturesca de Robert Plant. Un lujo. Así, muy pocos peros se le pueden poner a esto.

★★★★☆

A1 Black Dog 4:55
A2 Rock and Roll 3:40
A3 The Battle of Evermore 5:38
A4 Stairway to Heaven 7:55
B1 Misty Mountain Hop 4:39
B2 Four Sticks 4:49
B3 Going to California 3:36
B4 When the Levee Breaks 7:08
Total: 42:20

Toda la carrera de Led Zeppelin y sobre todo este disco, más por Jimmy Page que por ningún otro, irá de la mano de la figura controvertida y siniestra de Aleister Crowley, pseudocientífico, pintor, poeta, montañero y esoterista al que en la época llamaban el Anticristo.

Una figura polémica y la mar de interesante que, más allá de sus logros reales, supo vestir cada una de sus acciones artísticas de una provocación que le han acabado la fama que le hace perdurar hasta nuestros días.

 

De él parece que sacaron la idea de un cripticismo en artwork y letras que también plasmaron en los cuatro símbolos que a partir de este disco iban a representar a cada uno de los miembros del grupo. Solo por esos detalles la figura de Crowley estará para siempre asociada con la banda y este disco inmortal.

No hay comentarios:

Publicar un comentario