RAP/FUNK/ROCK. El cuarto es el mejor disco de los Beastie Boys. He dicho. Y sé que puede ser una afirmación problemática habida cuenta de las adhesiones fanáticas que tienen "Licensed to Ill" (1986) y "Paul's Boutique" (1989). Estos son muy buenos discos, pero "Ill Communication" me ofrece ese algo más que a los otros les faltaba.
La diversión sigue tan garantizada como siempre con la dicción vertiginosa y el ácido intactos. Las bases son aún más imaginativas y pegajosas. Y la variedad estilística explosiona en toda tu cara. Aquí samplean todo lo sampleable, tocan punk, funk y hasta jazz. Hacer lo que te viene en gana y hacerlo tan bien debe ser lo que llaman madurez. Un algo que los B-Boys de New York han transformado en una bomba sónica de primer orden.
Sí señores, no puedo despegarme de estos surcos, y eso no me pasa con muchos discos de hip hop. Será que aquí hay mucho más que hip hop a secas. Será que la fórmula alcanza la cúspide. Sea lo que sea, convierte a este disco en un clásico que, a pesar de sus 20 pistas y su horita de duración, puede colocarse orgulloso en la estatería de los más grandes. Sí, puede ocupar su lugar junto a las obras maestras de Public Enemy. Sin sonrojarse y dando alguna que otra clase magistral.
★★★★☆
Total: 59:29
El crossover diabólico que practican, su humor juguetón y sin tapujos y su filiación por los sonidos negroides a pesar de su reluciente blancura, apuntan como un francotirador a esos Blues Brothes a los que Dan Aykroid y James Belushi dieron vida desde mediados de los 70 en el programa Saturday Night Live de la televisión norteamericana. Su popularidad les hizo incluso ser protagonistas de un par de películas dirigidas por John Landis.
Con razón o sin ella, me es muy difícil escapar a esta relación loca cada vez que me pongo este discazo.
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