TECNOPOP. Puede que el título empezara como una broma de Martin Gore pero al final se tornó en pura profecía. Así de contundente y masivo es, suena y resuena este "Music for the Masses", la auténtica piedra de toque, el gran salto hacia delante en el canon de los de Basildon.
Tampoco es que fuera un pelotazo en su época. Ha sido el tiempo el que lo ha ido poniendo en su lugar como el disco más importante de su carrera, el que los acabó de poner en el mapa, el que les enseñó el noble arte del arreglo y el que destiló el equilibrio perfecto entre la oscuridad y la luz, un juego de contrastes que ya apuntaba de manera notable "Black Celebration" (1986) y que acabó totalmente desequilibrado en favor de lo siniestro en el espectacular "Violator" (1990). Un equilibrio que queda certificado para siempre en joyas como "Never Let Me Down Again", "The Things You Said", "Strangelove", "Sacred", "Behind the Wheel", "To Have and to Hold" o "Nothing", auténticos himnos que ayudarían a que la gira que seguiría al disco fuera inolvidable. Así se ha registrado para la posteridad en el rotundo "101" (1989).
"Music for the Masses" es un disco para cantar y soñar, un trabajo de sonido hechizante que cree en el pop sobre todas las cosas y que es fruto en buena medida de la mano que Alan Wilder metió en el estudio. Ya sé que el mérito último siempre estará en la pluma y la mente del genial Martin Gore, pero eso es algo que todo el mundo sabe. Por eso no me resisto a señalar la contribución de Wilder en las mezclas y la producción, trabajo arduo del que los otros tres del grupo pasaron un poco. Un esfuerzo que ha ayudado sin duda a convertir el disco en una leyenda por encima de todo su engolamiento y su hinchazón, de toda esa pena adolescente siempre al borde de la hemorragia emocional. Da igual, estas cosas tuvieron su momento de gloria y me parece a mí que siempre lo tendrán.
★★★★☆
Total: 44 min.
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