AMERICANA. Kyle Field parece a primera vista un admirable imitador de Will Oldham, pero no, es mucho más. Lo dice su prolija discografía que empezara a construir en 1999, y lo dice la profundidad de unos temas que, ya sea en su calidez o en su desnudez, se revelan con mucha más miga de la que podíamos esperar.
Su modus operandi se encuentra bien enraizado en la tradición, en el folk, aunque sin renunciar a pintarlo con los colores brillantes del pop para ofrecer algo suyo. Algo propio que encontramos en su rasgueo entre torpe y sutil y en su voz entre dulce e incapaz. Las oscuras delicias de la invalidez.
Por todo lo mencionado, no parece tarea fácil resumir tanto disco y tan obtuso talento en decena y media de temas, aunque los temas incluidos en este recopilatorio me dan una imagen más que interesante del cantautor californiano. La selección será más o menos acertada, no puedo saberlo, desconozco su cancionero, pero se me antoja evocadora, sugerente, cálida, y veo que toca muchos palos incluyendo hasta rarezas.
Bueno, parece que se deja disfrutar. Me lo quedo.
★★★☆☆
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