ROCK. Al tercer disco llegó la hora. Los dos primeros habían sido un entrenamiento perfecto, pero ya era el momento de hacer algo gordo y catalizar todas las enseñanzas en un proyecto ambicioso y de calado. La idea original era hacer un disco doble, la materialización física del maravilloso título con el que lo bautizarían. Hermanos carnales al final se quedó en la mitad, pero aun así destila una grandeza arrebatadora que pone a la religión y lo perverso en el mismo plano. Muy atinado, creo yo.
Fernando Alfaro siempre ha tenido sus obsesiones, no son ningún secreto, y las ha plasmado con disciplina monástica en todos y cada uno de los proyectos que ha emprendido. En estos comienzos, sus dudas, sus deseos y sus heridas están más patentes que nunca, con una rabia que hace arder toda esa expresividad en letras furibundas y profundamente poéticas. Con el paso de los años iría depurando sus habilidades, pero aquí no hay tanto filtro, lo que hace que su literatura sea más carnal, menos cerebral, totalmente abierta en canal.
Toda esta imaginería, que combina lo incestuoso con lo bíblico, se echa encima los ropajes de un rock tenso, crudo y a la vez hermoso y lleno de luz. Como un latigazo con guante de seda, contrastando distorsión y arreglos delicados, enfrentando lo agreste con la falsa dulzura de la voz de Alfaro, sello de identidad del grupo. Una voz escasa y casi impotente que se empeña por todos los medios en sonar delicada y acaba siendo lo más perverso de un disco ya de por sí lleno de negrura. Será por el contraste entre lo que dice y cómo lo dice. Esa indefinición tan difícil de conseguir, ese aura, esa actitud que todos buscan y que se tiene o no se tiene. Surfin' Bichos la tuvieron siempre, no creo que la buscaran en ningún sitio, y aquí reventó en mil colores. En uno de nuestros clásicos más imperecederos.
★★★★★
Total: 52 min.
El concepto del disco se basaba en la película Inseparables (David Cronenberg, 1988). En la idea original era doble y cada rodaja se llamaba como uno de los protagonistas. Elliot y Beverly. Al final todo tuvo que quedar en un disco sencillo, aunque en la reedición del 25 aniversario de esta obra maestra tratan de restaurar la idea original con las grabaciones que han podido rescatar.
También tuvieron su inspiración en el mítico 3rd - Sister Lovers (Big Star, 1978), álbum maldito por antonomasia, grabado mucho antes de poder ser editado y con un aura fantasmal que todavía lo acompaña. Alex Chilton se vació en él, y yo diría que Fernando Alfaro hizo lo propio en este.
“Quería poner toda la carne en el asador antes de consumirme. Vacié
toda mi libreta de canciones, recuperando incluso algunas de mi etapa
pregrupo, toda vez que por fin habíamos encontrado la compenetración y
la pericia para tocarlas y grabarlas debidamente. Es un disco extremo,
ambicioso y brutal, y también lleno de amor. Es un disco que duele, pero
es adictivo tocarlo. Y más tocarlo entero en directo. Con los putos
Surfin’ Bichos, joder. Todos juntos otra vez. ¿Que por qué hemos hecho
esto? Porque podemos” (Fernando Alfaro - http://www.rockdelux.com/secciones/p/surfinr-bichos-el-regreso-de-los-hermanos-carnales.html)
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