sábado, 30 de septiembre de 2023

Hansa an der Mauer

"Heroes" (David Bowie, 1977)
 

ART KRAUT. La continuación al magistral Low tiene que compararse inevitablemente con él. Una comparación que no mina las virtudes ni la individualidad de una obra con la suficiente personalidad para situarse en ese círculo cerrado y exclusivo de las obras maestras de David Bowie. Y es que la segunda entrega de la trilogía berlinesa puede considerarse el volumen más perfecto y mejor acabado de su etapa en la capital alemana.

El disco fue el único de los tres en ser grabado íntegramente en Berlín, en el mítico estudio Hansa, tan sólo a unos cientos de metros del Muro. La tensión del paisaje queda atrapada en su sonido, que vuelve a jugar con el ambient, con Brian Eno metiendo la mano a base de bien. Las influencias y los tributos están más que patentes en el disco, cuyo título es una reverencia a la canción "Hero" de Neu!. "V-2 Schneider" homenajea a Florian Schneider, de Kraftwerk, y la portada se inspira en una obra de Erich Heckel, miembro del grupo pictórico conocido como Die Brücke. Por todo esto, se puede considerar a este "Heroes" como el disco más genuinamente alemán de la trilogía mencionada.

Si lo comparamos con Low, esta continuación sale airosa en numerosos detalles. El más destacado podría ser la canción titular, que, cabalgando esa mítica guitarra de Robert Fripp, se convierte en lo más redondo, icónico y perdurable que grabara Bowie en tierras teutonas. Uno de sus temas más míticos y reconocibles convivivendo con esos experimentos cercanos al krautrock que mutan en un ambient sin disimulos en la segunda cara.

Sí, como en Low, pero muy diferente. "V-2 Schneider" empieza juguetona, "Sense of Doubt" hereda la gélida amenaza del disco anterior, pero es en "Moss Garden" donde algo hace click con su atmósfera oriental para añadir un exotismo que es el que le da el toque único a uno de los discos más queridos del londinense. Un exotismo frío y afilado que hincha las velas de "Neuköln" y "The Secret Life of Arabia", dos de los secretos mejor guardados de "Heroes" y dos de sus piezas más destacadas.

La relación de este disco con Berlín fue definitiva, creo que ha quedado claro. Disco y ciudad son entes inseparables cada vez que tratamos con "Heroes". El disco no se entiende sin la urbe. Queda claro en ese ejercicio nostálgico que sería The Next Day (2013). Su duodécimo disco fue el culmen de una época antológica y febril para Bowie y así ha quedado reflejado en grafitis, carteles, libros, fotos y herederos de un sonido imposible de imitar y a la vez imposible de esquivar. Como curiosidad ahí quedan esos berlineses Wir Sind Helden (We Are Heroes), que, aunque de estilo mucho más pop, quisieron rendir homenaje al genio con su nombre. Solo un pequeño ejemplo de lo ilimitado del alcance del camaleón y de esta obra en concreto.

★★★★★

A1 Beauty and the Beast 3:32
A2 Joe the Lion 3:05
A3 "Heroes" 6:07
A4 Sons of the Silent Age 3:15
A5 Blackout 3:50
B1 V-2 Schneider 3:10
B2 Sense of Doubt 3:57
B3 Moss Garden 5:03
B4 Neuköln 4:34
B5 The Secret Life of Arabia 3:46

Total: 40:19

El paisaje urbano de la capital artística y económica del viejo continente (sobre todo en lo primero en esos momentos) se encuentra inoculado en los tres álbumes que Bowie grabara entre el 77 y el 79. Algo que ya se empezaba a apreciar desde Station to Station (1976), que si bien fue grabado en EE.UU., ya anunciaba el helor del krautrock como influencia decisiva en sus futuros pasos.

Todas estas premoniciones se concretaron en cuanto Bowie pisó Berlín y tomaron su forma más densa y autoritaria con este "Heroes", el único de los tres que fue grabado íntegramente en la ciudad. Su gestación en los desde entonces archifamosos estudios Hansa (Hansa Tonstudio) entra dentro de lo mitológico. La situación de los estudios a pocos metros de un Muro que todavía parecía indestructible fue uno de los detalles para aumentar la leyenda de un álbum cargado de claustrofobia y ansias de libertad amordazada.

Muchos han sido desde entonces los que han tratado de capturar esos fantasmas en sus grabaciones empeñándose en grabar allí. U2 o Nick Cave pueden ser dos de los más célebres y los que lograron resultados más exitosos, pero la lista es infinita. Un hito más, una nueva muesca en el revólver de, con permiso de Bob Dylan, el músico más definitivo del siglo XX.

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