jueves, 28 de septiembre de 2023

El corazón de la tierra

Bat-Hiru (Mikel Laboa, 1974)
 
 

EUSKAL KANTAGINTZA BERRIA. "Caminaba yo con dos amigos por la carretera, entonces se puso el sol; de repente, el cielo se volvió rojo como la sangre. Me detuve, me apoyé en la valla, indeciblemente cansado. Lenguas de fuego y sangre se extendían sobre el fiordo negro azulado. Mis amigos siguieron caminando, mientras yo me quedaba atrás temblando de miedo, y sentí el grito enorme, infinito, de la naturaleza". (Edvard Munch describiendo la experiencia que lo llevó a pintar El grito).

Mikel Laboa debía sentir también de alguna forma el "grito enorme, infinito, de la naturaleza". Por eso su voz sonaba y olía a piedra, a lluvia, a bosque. En el año 1974 no debía ser fácil cantar en euskera y menos sobre los temas que escogía el de Pasajes. Eso no hace más que darle aún más valor al cancionero de este cantautor, que bebía directamente de la tradición inmemorial y que él impulsaba con energía, minimalista unas veces, vanguardista e irrefrenable otras.

Bat Hiru (Uno tres) iba a ser un disco triple, pero la censura (discográfica o de otro tipo) lo dejó en uno doble. El título, no obstante, no deja que nos olvidemos de la intención original. Fue su primer disco largo como tal, aunque ya tenía algunos EPs y un recopilatorio a fecha de su edición. Todo jugoso, todo interesante en grado sumo, sin embargo, nada como este disco, suculento en todos los aspectos del término.
 

Se trata de música ancestral, de raíces profundas, de tradición celta y medieval. El sonido de la tierra, la roca y la madera. Así desgrana clásicos absolutos como "Txinaurria", "Ama Hil Zaigu" o la célebre "Txoria Txori". Canciones de una belleza fuera del tiempo, fabricadas con una poesía tan íntima como un haiku, que no son lo único genial que nos puede ofrecer el maestro. A la vuelta del recodo llega la sorpresa: violines atropellados en "Haika Mutil", experimentación noise en "Zaude Lasai" y puro escalofrío en esa negrísima "Gernika". Sumemos una voz telúrica que se proyecta de manera insólita y tendremos un disco doble impresionante, crudo y seco, dulce y amargo. A lo universal a través de lo local o, dicho de otro modo, hacia el futuro con el pasado muy presente.
  
Mikel Laboa nos dejó el 1 de diciembre de 2008 legándonos una obra apasionante y heridas profundas como este álbum, que más de 30 años después sigue alimentando la imaginación de todo el que se atreve a escucharlo. Que por muchos que sean, siempre me parecerán casi nadie.


Bat
A1 Txinaurria 2:49
A2 Lanikan Ezin Egin 1:26
A3 Gogo Eta Gorputzaren Zibor-Hesteak 2:57
A4 Haize Hegoa 1:02
A5 Ama Hil Zaigu 2:58
A6 Urtsua Uda 2:55
A7 Baztan 3:36
B1 Passaiako Herritik 5:39
B2 Bedeinkatua 1:57
B3 Juaneteak 0:44
B4 Geure Bazterrak 1:32
B5 Baga, Biga, Higa 8:01
 
Hiru
C1 Haika Mutil 4:00
C2 Txoria Txori 3:24
C3 Zaude Lasai 4:17
C4 Bereterretxen Kanthoria 8:05
D1 Xori Erresiñula 4:32
D2 Oies Errondan Dabil 1:52
D3 Gernika (Lekeitio 4, 1972) 12:50

Total: 74:36

Txoria Txori

Hegoak ebaki banizkio nerea izango zen, ez zuen aldegingo. Bainan, honela ez zen gehiago txoria izango eta nik... txoria nuen maite.

(Si le hubiera cortado las alas habría sido mío, no habria escapado. Pero así, habría dejado de ser pájaro. Y yo... yo lo que amaba era un pájaro.)
 

 
Curiosidades- ¿No entiendes las letras? (yo tampoco) -> http://www.musikazblai.com/mikel-laboa/

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