FOLK ROCK. La década de los 70 fue para Neil Young una cima creativa que nadie ha podido igualar. Por la altura que alcanzó y por lo mucho que le duró esa fiebre. Harvest nacía con el difícil sambenito de ser secuela de ese maravilloso After the Gold Rush (1970). Esa dificultad había que unirla a la tragedia que se iba a cebar con el entorno del canadiense. Su guitarrista Danny Whitten moriría meses después de la grabación del disco que nos ocupa, un disco en el que no había participado por sus adicciones.
Este suceso convirtió a la canción "The Needle and the Damage Done" en premonitoria y su ominosa presencia ha acabado aumentando la leyenda del álbum. Máxime cuando Young llamó a Whitten para que participara en la gira y tuvo que despedirlo porque no daba una a derechas. Horas después de esto moriría de una combinación fatal de medicamentos y alcohol.
No obstante esta grabación tiene muchas otras virtudes para alzarse por encima del desastre. No es un disco de mal agüero, muy al contrario es una obra de country-rock profunda y emocionante construida alrededor de la exitosa y eterna "Heart of Gold", uno de los temas más famosos del canadiense y el estandarte de un trabajo lleno de gemas acústicas como "Harvest" (mi favorita), "Out on the Weekend", "A Man Needs a Maid" o "Old Man". También se atreve con los arreglos orquestales, aunque con resultados muy dudosos ("There's a World"). Y por supuesto, también se remanga para un par de cabalgadas eléctricas de enjundia. "Alabama" y "Words (Between the Lines of Age)" cumplen sobradamente aun no teniendo el empaque ni la fuerza de un "Southern Man" o de alguna de las barbaridades que grabara en Everybody Knows This Is Nowhere (1969).
Los excesos y cuestiones artísticas hicieron que Neil interrumpiera su relación con los fantásticos Crazy Horse, que él mismo había reclutado y bautizado para su segundo disco en solitario. Este parón duraría hasta 1975 donde volverían a unirse para ese prodigioso Zuma. Entre 1971 y 1973 Young contó con un grupo de músicos de sesión que bautizó como los Stray Gators, una banda ajustada y en su sitio, sin la flama de los Crazy Horse, pero más que efectiva, grandiosa. Así, no hay quien se resienta de ninguna pérdida. Por mucho que duela.
"I hit the city and
I lost my band
I watched the needle
Take another man
Gone, gone, the damage done."
★★★★☆
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