BLUES ROCK. Steven Gene Wold se aleja del concepto de venerable anciano que todos tenemos. En el mundo de la música desde los 60, vagabundo de vocación, colándose en trenes de mercancías, siempre en movimiento, compaginando trabajillos ocasionales con su pasión musical, ha sido en la vejez cuando el mundo le ha descubierto. Este bluesman que se codeara con la mismísima Joni Mitchell y que se fabrica sus propios instrumentos, empieza a grabar ya mayor y ficha con Warner, nada menos, para este "I Started Out With Nothin and I Still Got Most of It Left".
Este es por tanto su estreno para el gran público, aunque su bagaje ya era muy amplio para entonces. Aquí, con un sonido lujoso y colaboraciones de relumbrón, desde Ruby Turner a los Grinderman de Nick Cave, la mayoría descubrimos a un artistazo monumental. Uno de esos que no se guarda nada. Un artista de amplio registro del que me ha sorprendido su enorme versatilidad. Domina por igual lo profundo y lo festero, lo eléctrico y lo acústico, el blues, el country y el rock.
Así nos lo encontramos en esta grabación. Despendolado en bombazos de blues rock crujiente como "St. Louis Slim" o "Thunderbird", tiñendo con su blancura glaciar los palos más negros o aplicado al boogie y a la profundidad abisal de John Lee Hooker, al cual llega a suplantar en un par de momentos. Con un respeto devocional y, a la vez, una personalidad y una entrega irrefrenables consigue fabricar una obra emocionante, una que si bien no puede hacer justicia a sus directos, sí que es perfectamente válida para introducirse y disfrutar del universo de este clásico tardío que el mundo ha estado a punto de perderse.
★★★★☆
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