This Year's Model (Elvis Costello, 1978)
NEW WAVE. Elegido mejor álbum del año por las publicaciones más prestigiosas, este disco impresiona incluso al oyente más experimentado. Y no lo hace por ser un bicho raro ni un laboratorio de experimentación. Es solo pop, pero tratado con un respeto sin precedentes. En su segundo intento, con la difícil misión de igualar al menos a su prodigioso estreno, Costello concentra sus poderes en una obra estelar gracias a su talento superlativo y a la colaboración por primera vez de una banda de acompañamiento llamada a ser legendaria. The Attractions dejan su impronta en la obra cumbre del londinense y se hacen esenciales para entender la gloria de su sonido.
Los motivos de regocijo se acumulan a lo bestia. Para empezar, este tío con pinta de nerd derriba la estúpida pared con el grafiti que decía que el pop no necesitaba de profundidad. Y lo hace a base de escritura inteligente y finísima y música intrincada y sencilla a la vez. Intrincada de tocar, sencilla de digerir. Tremendas composiciones ejecutadas por una banda increíble. No sólo el bajo se te mete en el oído interno y te lo tritura, sino que la batería es una auténtica apisonadora y los teclados disparan ráfagas de una belleza incendiaria. Por supuesto, Costello también está inmenso en la puesta en escena de unas canciones ya inmensas de por sí.
Con todo he de confesar que el álbum ha tardado en llegarme a la patata. No entiendo cómo he tardado tanto en darme cuenta de lo imprescindible que es. Lo veía un poco retorcido, cuando el obtuso he sido yo, ya no me cabe ninguna duda. Es pincharlo y disfrutar cada segundo. Quizás buscaba retruécanos y oscuridades que aquí simplemente no tienen cabida. Sí, se puede decir que he llegado a comprenderlo en toda su majestuosa grandeza. Lo he hecho mío y lo tengo en mis repliegues más íntimos como un tatuaje. Como dios manda.
★★★★★
Las primeras ediciones del disco aparecían con un supuesto error de impresión en la portada. Esta aparecía movida y con líneas de colores a la derecha y las letras "E" de Elvis y "T" de This aparecían en la contraportada. Un fallo que no era tal, sino un efecto buscado por Barney Bubbles, diseñador de esta mítica cubierta.
La leyenda cuenta que para posar para esa foto, Costello pidió al fotógrafo Chris Gabrin que le pusiera el disco "Hotel California" de los Eagles. El motivo no era otro que el deseo del artista de aparecer realmente cabreado. Sí, odiaba el disco como no podía ser de otra forma.
Este segundo disco fue el primero que grabó con los fabulosos The Attractions, una banda de acompañamiento con la que tocaría el cielo desde este primer intento.
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