NOISE/INDIE ROCK. De cuando se llamaban Dinosaur a secas, su segundo disco, segundos antes de añadirles el "Jr." por el que serían conocidos en el futuro. Una obra de pop descarnado y sonido extremo fruto de una producción que no sé si buscaba esa abrasión o simplemente se trataba de falta de medios.
En cualquier caso, ese sonido acaba emparentándolos con bestialidades de la descompensación decibélica como "Black Metal" (Venom, 1982), "Master of Reality" (Black Sabbath, 1971) o "Psychocandy" (The Jesus & Mary Chain, 1985). Un ruido comprimido que explosiona como envasado al vacío y que no suena nada natural, pero que ha acabado dándole la personalidad al que puede ser el disco favorito de la afición.
Un disco contundente y muy sólido para sentar las bases de una carrera más que respetable. La de un power trío demoledor que sabía cómo hacer sangrar a sus instrumentos, con mención especial para ese J Mascis, guitarrista, voz y líder, un guitar hero totalmente atípico, un Jimi Hendrix indie que abusaba de pedales, volumen y de su Jazzmaster para plasmar un sonido crujiente, fresco y agresivo. Puro expresionismo sin adulterar.
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