Con estos datos en mente es fácil entender que, aunque el sonido del grupo es plenamente reconocible, en este disco hay un viraje claro hacia la concreción y una cierta calma. Sigue habiendo ruido y abrasión, aunque muchísimo más matizados que en las monstruosidades sónicas que lo preceden.
Un muy buen disco que inicia una segunda etapa que a partir de aquí iría cuesta abajo. La carrera de Dinosaur Jr. no es un dechado de regularidad y, pasada la borrachera noise de sus comienzos, les esperaban unos años renqueantes donde las dudas iban a gobernar una etapa con un J Mascis cada vez más solo en su dictadura. Esto desembocaría en el agotamiento total hasta la reunión que materializarían en 2007 donde consiguieron reverdecer la alianza primigenia. Por todo esto, este es el último momentazo del grupo en más de quince años.
★★★☆☆
No hay comentarios:
Publicar un comentario