domingo, 17 de junio de 2018

Directos al bulbo raquídeo

EVOL (Sonic Youth, 1986)
 

NOISE ROCK. Nada más comenzar el disco, uno se da cuenta de que algo ha cambiado. Comienza con la belleza de "Tom Violence", fría y distante, pero belleza al fin y al cabo. Siguen las guitarras exóticas de "Shadow of a Doubt". "Star Power" es casi pop, y con "In the Kingdom #19" y "Green Light" vuelven a la heterodoxia que, por otra parte, tampoco es que hubieran abandonado del todo.


Al final, como para dejar las cosas claras, acaban limpiando el aire de esos nuevos seguidores ávidos de una cara amable que no están dispuestos a mostrar del todo. Porque si sumamos todas sus partes, esto no deja de ser un tratado sobre el terror en toda regla. Los que no hayan quedado en el camino se adentrarán en una maraña de intensidad controlada in crescendo que culmina en "Expressway to Yr Skull", directa al bulbo raquídeo. Una barbaridad que, tras el ataque inicial, acaba consumiéndose en volutas humeantes como una vela de cera, dejándonos la sensación de haber sido sometidos a un tratamiento de choque del que difícilmente nos recuperaremos.

Así discurre y así revienta el cuarto álbum de estudio de los ínclitos de la Gran Manzana. Por encima de todas sus crujientes rugosidades, la potencia con control y estructura en uno de sus arrebatos más poderosos.

★★★★☆

A1 Tom Violence 3:04
A2 Shadow of a Doubt 3:30
A3 Star Power 4:46
A4 In the Kingdom #19 3:27
A5 Green Light 3:39
B1 Death to Our Friends 3:17
B2 Secret Girl 2:50
B3 Marilyn Moore 4:02
B4 Expressway to Yr. Skull

Total: 28:35

Este disco tiene un parentesco directo con El resplandor (Stanley Kubrick, 1980). Me refiero a la película de Kubrick y no a la novela de Stephen King en la que se basa porque desconozco la segunda y según he leído las diferencias entre ambas obras son notables.

Para mí es imposible eludir una relación que está en el mismo ambiente malsano que comparten. Los sonidos deformes que bullen en el disco parecen la banda sonora de una cinta pensada y ejecutada para ponerte mal cuerpo en cada segundo de su metraje. Y para acentuar toda esta sensación, el disco, en su edición original en vinilo, acaba con un bucle que hace saltar la aguja en un bucle infinito.

Pero no es el ambiente ni la turbiedad que comparten los que me llevan de cabeza a conectarlas. La clave para mí está en esa palabra, "REDRUM", que aparece en la película como una obsesión y que no deja de ser "MURDER" (asesinato) escrito del revés. Lo mismo pasa con el título de este álbum, "EVOL", anagrama inverso de "LOVE" (amor). Y ahora se abre la veda para lo que sugiere el poner del revés el término. La ausencia de él, el odio, la ruptura... Cosas negativas y reales como las entrañas purulentas de la vida misma.

 

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