Recordemos que el grupo liderado por Arto Lindsay sólo publicó quince minutos de música antes de disolverse en 1982. Por ello, este pirata es tan suculento. No hay nada que no podamos encontrar en esa suerte de integral que fue "DNA on DNA" (2004), pero aquí tenemos agrupado el material no incluido en sus dos referencias de estudio. Y eso me parece a mí que ordena su catálogo y evita la redundancia.
Por lo demás, aquí nos podemos encontrar más de lo esperado. El estertor catártico de la guitarra de Lindsay unido a sus alaridos disfuncionales, la batería repetitiva y espasmódica de Ikue Mori y, según la época, los teclados sencillos y gráciles de Robin Crutchfield o el bajo elástico y pulmonar de Tim Wright. Arte avanzado sin espacio para la teatralidad, agresión sónica, violencia controlada. En definitiva, todas las virtudes y los defectos de DNA alargados hasta unos cincuenta minutazos deliciosamente insoportables.
★★★★☆
Total: 49 min.
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