Undisputed Attitude (Slayer, 1996)
HARDCORE METAL. La idea era rendir pleitesía a los popes que habían ayudado a moldear el sonido del grupo. Y hacerlo desde la perspectiva metálica que se les presupone. Por desgracia o por fortuna no acabaron de encontrar el sonido adecuado para llevar a su terreno a los Judas, Purple y demás, así que por H o por B acabaron decantándose por ese otro lado que siempre les ha tirado, el punk y el hardcore más irreverente.
El resultado, al estar entre dos aguas, no acaba de convencer a nadie. Ni los talibanes del metal ni los de la secta del imperdible quedaron satisfechos con el disco. Por una vez, y aunque me guste llevar la contraria, debo decir que tienen bastante razón. El disco se queda en un ejercicio de estilo en el que el grupo suena amordazado. No hay espacio para los relinchos infernales de Hanneman y King y la velocidad de los temas, por muy bien que les siente, no acaba de llenarme.
Por supuesto todos los extremistas exageran y el disco no es un desperdicio. Ni siquiera estoy seguro de que sea el peor del grupo. Los californianos nos llevan por terreno inexplorado en su canon, nos descubren a unos cuantos grupos bastante oscuros si no estás muy metido en el punk extremo y nos descubren lo bien que han digerido su pasión por luminarias como Minor Threat o The Stooges. No sólo eso, sino que también dejan un tema nuevo la mar de pintón, "Gemini", con el que cierran. Un disco posiblemente innecesario, pero revelador en buena medida.
★★☆☆☆
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