jueves, 30 de julio de 2020

Gyros y amperios


Slowdive
Reading, GBR

Con Slowdive se suele cometer la injusticia de ningunearlos por copiones, por facilones en su tratamiento de la calma tormenta. Un pecado que quedaría solventado con la escucha atenta de alguno de los tres discos que editaron, “Souvlaki” (1993) a la cabeza.

Lo cierto es que, iniciando su andadura a finales de los 80 se pueden considerar, si no padres, sí piezas clave en el desarrollo de ese estilo tan amado como denostado que fue el shoegazing. Con My Bloody Valentine en el altar incidieron en ese sonido oceánico de distorsión expansiva capaz de anegar cerebros y almas sensibles. Una derivación matizada por tonos más pop y una voz menos diluida y por tanto más clara. Todo más directo en un grupo a reivindicar a pesar de los pesares.

No todos podemos ser clásicos absolutos.

DISCOS RUID0
  • Souvlaki (1993)

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