Ancestros digitales

OK (Talvin Singh, 1998)

ETHNO DRUM 'N' BASS

Empieza muy bien, es cierto. El productor y percusionista londinense sabe lo que se hace al tratar de fusionar algo tan antagónico como la electrónica y la música tradicional de la India. La modernidad más afilada envolviendo a la tradición más arraigada. El frenesí enfrentado a siglos y siglos de maceramiento paciente y hermético. Un conocimiento sellado a cal y canto que está muy bien que se abra para cocinar algo nuevo.

A cualquiera le atrae la idea de lo que nos propone aquí Singh. Y como digo arriba, empieza realmente bien, con un poder de evocación de los que desarman a cualquiera. Un poder que espolvorea aquí y allá en un puñado de momentos realmente inspirados. Pero un poder que no da para una hora larga. Llega un momento en el que todo esto me supera. El sentimentalismo me acaba ahogando y la tiranía de los beats me acaba sonando a plástico. No en "Traveller" o "Disser/Point.Mento.B", por decir dos, pero sí en muchos otros momentos.

Con todo esto en cuenta, se me hace difícil llegar a una valoración que me satisfaga. En mi mente esto se situaría en un punto intermedio entre el turismo de postal y el arrebato de una música ancestral capaz de hacerme caer de rodillas. Y quizás se aproxime más a lo segundo, pero es que lo primero, aunque solo se intuyera levemente, me parece algo tan imperdonable que simplemente no puedo taparme la nariz y tragármelo. Buen disco, mejor intérprete de tabla.

★★★☆☆

 

Este disco es heredero directo de otras aproximaciones a la música tradicional india a través de los patrones occidentales. Se me viene a la mente este "Ananda Shankar" (Ananda Shankar, 1970) con el que el sobrino del gran Ravi Shankar trató de acercarnos la música de su terruño entrelazada con el rock y el pop de ese bullente Swinging London que ya en el año de su edición le quedaba bastante lejos. Para mi gusto tampoco tuvo éxito el experimento, aunque sin duda sentó las bases para seguir intentándolo.