PSICODELIA BIZARRA. Que Frank Zappa es un innovador irreductible queda claro desde este estreno discográfico con The Mothers of Invention, simplemente The Mothers para los amigos. "Freak Out!" abrió camino en muchos ámbitos, muchos más de lo habitual para un disco de debut. No solo fue uno de los pirmeros álbumes conceptuales en el rock, sino uno de los primeros discos dobles, el primero si hablamos del estreno de cualquier banda.
Y en cuanto a su temática central, Zappa escupe su ácido más corrosivo para atacar la cultura pop de su país y a una escena hippy que se iba a convertir en uno de sus objetivos favoritos. Así, en "I Ain't Got No Heart" emula, supongo que sardónicamente, a los Jefferson Airplane hasta el punto de que parece un tema de la banda de San Francisco. Un juego que era una prueba del sentido del humor del músico, equiparable a sus ínfulas y a su búsqueda incansable de la autenticidad y de inyectar la dosis suficiente de vanguardia en el rock para convertirlo en una disciplina tan elevada como sus exquisitos gustos.
De todas formas, por mucho que Zappa apele a Varèse y Stravinski, los cuales también están aquí, lo que domina entre los collages sonoros, el cortapega y las voces dobladas, es el chute ácido del rock psicodélico, el doo-wop y el blues bastardo también cultivado por gente como su inseparable Don Van Vliet (Captain Beefheart). Y el humor, por supuesto, un humor retorcido y enigmático, casi privado, que no deja de ser uno de los grandes atractivos de un artista tan terrenal y tan extasiado, tan humano y tan alienígena. Uno de los grandes genios del siglo XX poniendo la primera piedra de uno de los monumentos más bizarros, personales e impresionantes de la historia del rock, qué digo del rock, de la música en toda la extensión del término.
★★★★☆
El disco, como la carrera del músico, tiene mucho que ver con una parada de los monstruos como la que filmara el genial Tod Browning en 1932 ("Freaks"). Y con ello, Zappa podría estar a la vez criticando la escena hippy y la contracultura en general y también a sí mismo y a su grupo. No queda claro y por eso es algo tan evocador y tan duradero. En realidad sirve para casi cualquiera y para casi cualquier época.
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