Lumpy Gravy (Frank Zappa, 1968)
MÚSICA CONCRETA. Este es el primer disco firmado por Frank Zappa en solitario alejado del abrazo de sus Mothers of Invention. Una obra en la que podemos "disfrutar" del Zappa compositor sin aditivos, ya que no toca nada de lo que suena en el disco, simplemente compone y dirige a esa Abnuceals Emuukha Electric Symphony Orchestra a la que reclutó.
Como anécdota, resulta curioso que el fagotista y el clarinetista que contrató se negaran al principio a participar en el proyecto alegando que la música que había en sus partituras era imposible de tocar. Solo aceptaron el trabajo cuando Zappa les tocó él mismo esas partes a la guitarra y vieron que no solo era posible, sino que estaban delante de alguien con un talento fuera de toda norma.
Un episodio bastante revelador de lo que se cocía en la mente calenturienta de Zappa, que con este disco pretendía dar continuación al concepto que envolvía al anterior "We're Only In It for the Money" (1968) para convertirlo en la segunda parte de una trilogía que no vería publicada. No fue hasta después de su fallecimiento cuando redondearon la jugada con la tercera pieza del tríptico planeado por él, "Civilization Phaze III" (1994).
Si obviamos las partes habladas, bastante tediosas por cierto, se podría describir al motivo melódico que se repite en la primera parte, la cara A, como música de western playero, mientras que la segunda parte se recrea en sonoridades de un misterio latente entre el terror y el freak show. Música bastante paladeable, dadas las circunstancias, que nos muestra al Zappa más sinfónico y más jocoso a la vez. No es para todos los días, eso que quede claro.
★★★☆☆
Frank Zappa siempre ha tenido bastante de Houdini, de escapista, de no conformarse con las ataduras ni las cortapisas de la sociedad tal y como está establecida. En este disco da buena cuenta de sus ansias experimentadoras, de ese no quedarse en un rock que nunca le fue suficiente, de vomitar su adoración por Edgar Varèse. Eso y esa portada en la que aparece como disconforme con todo, retador. Algo que en la portada de la obra original (debajo) era más bien una insolencia hechizante, ahí disfrazado como de mago con mil trucos en su chistera, riéndose de todo y de todos, hasta de él mismo, bueno de él mismo no, eso nunca. Siempre se ha tomado demasiado en serio. Y por mucho que fuera su talón de Aquiles, era algo que hacía porque podía. Simplemente.
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