Fred Neil (Fred Neil, 1966)
FOLK ELÉCTRICO. En un primer momento esto parece lo más tradicional del mundo. Lo acogedor engaña. Después pensamos que no, que es folk psicodélico, pero tampoco. Las guitarras eléctricas nos llevan por el camino equivocado. Es tras un buen puñado de escuchas atentas cuando hallamos la verdad. Esto es folk, sí, y está construído sobre un andamiaje eléctrico sólido y tembloroso a la vez. Vale, pero también es canción de autor profunda y grave. Un tañido emparentado con Tim Hardin, con Scott Walker y hasta con Neil Diamond. Un lamento negro y taciturno, y un lamento lleno de vida y sinceridad.
Todo eso es el segundo disco en solitario de Fred Neil. El disco que contiene esa archifamosa "Everybody's Talkin'", aunque no se equivoquen, que la que conocen seguramente será la versión de Harry Nilsson, esa que incluyeron en la banda sonora de "Midnight Cowboy" (John Schlesinger, 1969) para la eternidad. Aquí está la original, más pausada, más intensa y más oscura, pero igualmente brillante y eterna. El sello inefable de un autor personal e intransferible, desgraciadamente poco conocido por el gran público. Y un artista que decidió dejarlo demasiado pronto. Cuatro discos, tres de ellos en solitario, conforman su exiguo legado.
Neil siempre será un autor más (re)conocido por sus colegas que por los aficionados. Ahí quedan las numerosas y sentidas versiones de sus temas. Tim Buckley, sin ir más lejos, versionó otra joya del disco, la fastuosa apertura, "The Dolphins". Y ahí quedan los reconocimientos y los homenajes como uno de los pioneros del folk rock, cuando meter una guitarra eléctrica era todavía una ofensa para los puristas de la pana y la denuncia social. Neil se atrevió con casi todo y supo dotar a su poesía evanescente y escapista del sonido envolvente y hermosamente tenebroso que necesitaba. Por eso no hay más que escuchar este disco para darse cuenta de que estamos ante un artista mayúsculo.
★★★★☆
La imagen y el humanismo poético de Neil me llevan al poema de William Wordsworth, "My Heart Leaps Up" y esa famosa cita: "The child is father of the man". La vida como un ciclo interminable, la naturaleza inmutable del ser humano, ese vivir en el ahora como única posibilidad, porque ¿quién se siente realmente diferente conforme va creciendo? ¿Esencial y radicalmente diferente? Sí, el niño es sin duda el padre del hombre y este disco viene a confirmarlo con su disfrute en bucle y en diferentes momentos de nuestra vida.
"My heart leaps up when I behold
A rainbow in the sky:
So was it when my life began;
So is it now I am a man;
So be it when I shall grow old,
Or let me die!
The Child is father of the Man;
And I could wish my days to be
Bound each to each by natural piety."
No hay comentarios:
Publicar un comentario