The Grand Wazoo (The Mothers, 1972)
JAZZ FUSIÓN. Siguen los vientos huracanados y borrachines, las guitarras al filo del funk y los dibujos animados. Sigue, en definitiva, ese Frank Zappa juguetón y elegante, mucho más metido en el jazz y en la fusión de este con todo lo que bulle en su sangre y en su mente. Un ADN borboteante y alocado digno de ser inoculado en una descendencia que debería ser interminable.
Así me siento en esta nueva inmersión en un nuevo trabajo en el que lo meditativo y lo lúdico se entremezclan en piezas de jazz muy serio, muy canónico y de mucho nivel. Una prueba más del [i]jazzman[/i] que se perdió el mundo. Aunque con discos como este no queda eso tan claro, porque al final da igual cómo llames lo que hace Zappa. Con esta calidad las etiquetas sobran.
La pena, que siempre hay algo que achacar, está en esa tontería que nos cuela a mitad de metraje. Una "Cletus Awreetus Awrighteus" pensada para aguar la fiesta, para que no se nos olvide quién firma esto. Casi se agradece, porque en algunos momentos nos olvidamos, nos dejamos llevar y podemos creer que estamos ante una big band de jazz eléctrico en algún tugurio humeante del Bronx. No es el caso, no se preocupen, pero qué poco importa la realidad cuando la música suena tan bien.
★★★★☆
Esos dibujos, esos saxos, esa locura irreductible... Era imposible que más pronto que tarde mi mente acabara juntando todo lo que rodea al universo Zappa con esos locos benditos de los Monthy Python. Tanto su humor como su absurdidad y, sobre todo, los dibujos con los que nos regalaban en los títulos de crédito e interludios de su fantástico programa "Monty Python's Flying Circus" tienen un reflejo o se miran, no lo sé, en la portada y las piezas de este disco. Y de muchos otros del genio de Baltimore, diría yo.
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