sábado, 23 de enero de 2021

Construyendo un nuevo movimiento

New Wave (The Auteurs, 1993) 


BRITPOP. La mitología del indie está llena de dioses desconocidos para el gran público. No puede ser de otra forma, pero resulta sorprendente que talentos tan evidentes y tan personales como, digamos, Daniel Johnston, Dan Treacy, Robyn Hitchcok o Luke Haines, no estén en el panteón personal de media humanidad. El último precisamente es el líder y compositor principal de estos Auteurs que debutaron para el gran público con este álbum tan arrebatado y tan lleno de recovecos.

Un debut que como toda la música de la banda era el vehículo expresivo de Haines. Un disco clave para el pop independiente de los primeros noventa. Eso que algunos, cuando venía de las islas llamaban Britpop. Sí, este está considerado como uno de los primeros discos a los que se les colocó dicha etiqueta, pero no esperen los tics del género. Esto, por suerte, es mucho más profundo, más decadente, más intenso y mejor que casi cualquiera de los que están pensando. Porque este disco puede llamarse obra de arte, algo que siempre lo va a colocar por encima de la norma y de los lugares comunes.

Desde el mismo título, The Auteurs ya buscan establecer un nuevo paradigma. Haines parece verse con la fuerza suficiente como para instigar una nueva revolución. Siempre, eso sí desde su adoración infinita por los grandes. Desde su conocimiento profundo del pop en sus mejores pieles. De The Velvet Underground a The Modern Lovers, de Bowie a Motörhead, de The Kinks a The Fall, la capacidad del de Surrey para digerir estilos, melodías y acordes está fuera de lo común.

Se le ha comparado muy especialmente con David Bowie y el glam. Y es cierto que mucho de eso suena en estas canciones. También ese deje decadente que compartieron con Suede, con quienes llegaron a compartir gira en sus comienzos. No son pocos los que opinamos que los de Brett Anderson se beneficiaron sobremanera del estilo y los manierismos de Haines. No es que se copiaran, pero no hay duda de que compartían similitudes más que evidentes. Y al final los que lamieron las mieles del triunfo no fueron The Auteurs, está claro.
 

Un sonido brillante

Todo esto no significa que tengamos que quedarnos con esa amargura. No está mal ser un plato exclusivo a paladear solo por los más exigentes. Es cierto que eso no te va a ayudar a pagar las facturas, pero para los fans, The Auteurs siempre será ese grupo vedado para la mayoría, ese placer adulto y selecto del que solo unos pocos se han enterado. No deja de ser injusto. Cosas como estas tendrían que salir en los anuncios, cerrar telediarios y sonar en los equipos de media humanidad. Por mucho que nos jodiera a algunos.

★★★★

 

Espíritu cantautoril, ironía desatada, culteranismo militante, cosas en las antípodas del objeto de esta comparación, cierto. Lo de Elliott Smith es otra cosa muy diferente a las habilidades y obsesiones de Luke Haines, pero eso no evita que la negrura de la portada, el sello autoral, la enorme personalidad de ambas obras y ese soniquete perfecto que arregla "Idiot Brother" (en conexión directa con ese "Waltz #1 de Smith), me enchufe directamente a ese "XO" (1998) del cantautor de Omaha. Un hermanastro menor extraño y oscuro, pero que algo de este "New Wave" parece contener en su ADN.

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