lunes, 22 de marzo de 2021

La mañana tintineante

Mr. Tambourine Man (The Byrds, 1965)

 

FOLK ROCK. Jim McGuinn, Gene Clark, David Crosby, Chris Hillman y Michael Clarke empiezan su leyenda aquí. "Mr. Tambourine Man" es el primer disco de una banda llamada a escribir algunas de las páginas más imprescindibles del rock norteamericano. Y lo hacen tirando de influencias, dejando que Bob Dylan tiñera absolutamente todo lo que hacían. Demostrando, en definitiva, que eran demasiado inteligentes para caer en la precipitación de grabar sus canciones demasiado deprisa.

Los Stones y los Beatles ya habían operado así. También The Animals y The Kinks. No era nada nuevo eso de foguearse con versiones. La diferencia con los californianos era que su fijación se centraba casi exclusivamente en un artista, un Bob Dylan, del que incluyen cuatro temas. Estos junto a otras versiones de artistas folk dejaba solo cinco canciones del puño y letra de Clark y McGuinn. Cinco tonadas en las que ya se ve con claridad la potencia de su escritura.

Tampoco lo tuvieron fácil para imponer su visión. La discográfica se empeñó hasta el último momento en que dejaran que las bases las grabaran reputados músicos de sesión, quizás a la vista de las limitaciones de unos imberbes niñatos que se pusieron las pilas y consiguieron convencer a los gerifaltes de turno. O casi, ya que en la canción titular y su cara B "I Knew I'd Want You" sí que tocaron los profesionales. Una nimiedad a la vista de la coherencia de un sonido plagado del tintineo inimitable de esa Rickenbacker de doce cuerdas que habían copiado directamente de George Harrison en "A Hard Day's Night" (1964).

Después de este disco llegarían las cumbres, pero en su inocencia, en esa exploración de territorios ignotos casi sin pretenderlo, "Mr. Tambourine Man" se convierte quizás en el disco más imprescindible de The Byrds. Sin ser el mejor, sí que creo que es el más importante y hasta el más necesario.

★★★★☆

A1 Mr. Tambourine Man 2:20
A2 I'll Feel a Whole Lot Better 2:31
A3 Spanish Harlem Incident 1:58
A4 You Won't Have to Cry 2:07
A5 Here Without You 2:36
A6 The Bells of Rhymney 3:30
B1 All I Really Want to Do 2:02
B2 I Knew I'd Want You 2:14
B3 It's No Use 2:23
B4 Don't Doubt Yourself, Babe 2:46
B5 Chimes of Freedom 3:50
B6 We'll Meet Again 2:07
Total: 30:24

 

Que si los Beatles americanos, que si una dulcificación de la autenticidad de Bob Dylan... Los Byrds no fueron siempre respetados con la veneración que se les tiene en nuestros días. Es cierto que no tardaron mucho en ganarse el respeto de casi todos, pero al principio no estaba tan claro el alcance de su talento. 

Que eran unos versioneadores natos era indudable. Que tenían personalidad, también. Pero que iban a ser los nuevos salvadores del rock ampliando la paleta de matices del género hasta lo indecible y amasando una legión de admiradores que iban a prolongar su influencia hasta el infinito, eso era algo que muy pocos vieron a estas alturas de la película. Casi nadie, diría yo. Ahora lo vemos clarísimo. Porque, entre otras cosas, sin ellos no existirían R.E.M. ni Teenage Fanclub ni The Feelies ni Wilco ni tantísimos otros. O como mínimo no serían lo mismo.

Queda demostrado por tanto que se puede adorar a los Fab Four y no morir en el intento. Solo hay que hacerlo desde el respeto, pero a la vez con la insolencia justa.

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