NU METAL. Si con el anterior, Revolución 12.111 (1996), podía haber alguna duda, con este se despejan todas. Aunque algo queda de ese groove metal de sus inicios, esto es ya nu metal con todas sus letras. Pantera puede seguir marcando la pauta, pero porque también influye a gente como Korn o Deftones, y no por imponer su ley con la pureza de antaño.
Y lo más curioso es que, aunque está claro que el groove metal siempre va a ser más prestigioso que un chándal rock al que siempre le ha podido lo artificioso y lo frívolo, Hamlet ganan mucho con el cambio. Hasta el punto de entregar con este álbum su obra maestra indiscutible. Los motivos son numerosos y variados. Por un lado encontramos una mayor concreción, que les hace entregar un disco mucho más magro en sus cuarenta y un minutos que los dos anteriores. También una apertura en las temáticas más allá de una política que sigue estando más rabiosa que nunca. Y por último, una mejora notable en las letras, huyendo de los lugares comunes con mucha más frecuencia de lo que había sido su costumbre.
Así las cosas, con lo muchísimo que sigue habiendo que mejorar, me quedo sin dudar con este disco para cuando tenga que recordar lo que ha significado Hamlet para el metal español. Me quedo con su sonido brillante, con los matices que ha ganado la voz de J. Molly y con el aplastamiento que provocan temas de la contundencia de "Tortura-visión", "Tu medicina", "Dementes cobardes", "Antes y después", "Muérdesela" o "Tan simple como decir no". Podría haber más motivos y tampoco veo muy necesario curiosear aquí si lo tuyo es el rock así en general, pero si estás interesado en explorar sonoridades más fuertes en nuestro idioma, deberías echarle un vistazo.
★★★☆☆
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