Regreso al sexo químicamente puro (Ilegales, 1991)
ROCK. Después de la tibieza del álbum anterior, parece que los asturianos toman buena nota y se afanan por revolcarse en ese rock insolente y crudito que siempre han hecho como nadie. Y no lo parece al escuchar los primeros acordes, con ese rhythm & blues trotón lleno de vientos que casi suena a chiste a pesar de lo duro de la letra. Un contraste sutil que poco a poco va mutando en cosas más predecibles y más pendencieras.
Así se va conformando una obra que acaba siendo más anodina que otra cosa. Un intento por volver a las bases relativo, plagado de experimentos, tropicalia y conatos de jazz. No sé si será por eso, con lo ecléctico que soy yo, que no me acaba gustando más que su discutido disco anterior. A estas alturas todos estamos de acuerdo en que Ilegales no van a entregar un disco malo. Si hablamos de ejecución, sonido y letras que te hagan pararte a escuchar, es casi imposible que la banda decepcione. Eso sí, la vigencia a prueba de bomba, la urgencia frenética de sus comienzos... Eso son cosas que difícilmente vamos a encontrar ya.
Por todo esto se puede seguir echando un buen rato. Que será algo que llenará mucho o poco, dependiendo de tus expectativas y tu idolatría hacia Jorge Ilegal, pero que es lo que hay.
★★★☆☆
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