Show (The Jesus Lizard, 1994) [DIRECTO]
POST-HARDCORE. Directo grabado en el CBGB's de Nueva York, templo del punk y aledaños. No se puede esperar aquí, por tanto, sutileza alguna. Menos, viniendo de quien viene. Por eso es de agradecer que el primer directo de Jesus Lizard sea este cacho de verdad sangrante. Por mucho que nos duela y por mucho que nos haga mirar para otro lado.
Un directo al que me paso las escuchas sintiendo que le falta algo y no sé qué es. Los de Chicago suenan asesinos aquí, dejando constancia de que su fama como banda de directo es más que merecida. Pero, como digo, me falta algo. No es hasta la enésima inmersión cuando me doy cuenta: lo que me falta es verlos. No tanto estar allí. Eso sería imposible a estas alturas, pero al menos captar su esencia, oler su sudor, sentir su aliento, el olor a cerrado, el humo y los escupitajos. Sin eso lo que suena aquí no logra conjurar la imagen de una de las bandas más reales y poderosas de los 90.
Puede parecer una obviedad. Por supuesto que ninguna grabación va a ser comparable al hecho de ver al grupo refocilarse en carne y hueso, pero también hay bandas y bandas, y en el caso de Jesus Lizard el sentido de la vista necesita ser más estimulado que con otros. Y eso que esta grabación tiene fama de haber registrado uno de sus conciertos más poderosos. Un concierto en el que, por las fechas de edición, deduzco que presentaron (no sé si por primera vez o no) tres temas de su siguiente álbum de estudio, Down (1994).
Un concierto que tampoco tiene nada de especial, nada que lo haga destacar de las miles de grabaciones de este tipo con las que nos regalan, a veces, y nos castigan, más a menudo, casi todos los artistas desde que a James Brown se le ocurriera que era una forma viable de vender su música. ¿Se echa un buen rato repasando la etapa dorada de un grupo que estaba en la cúspide de su poder? Claro que sí. ¿Hace realmente mucha falta esto teniendo los tres primeros y fabulosos álbumes del cuarteto? No lo tengo tan claro.
★★★☆☆
El concierto se dio en el marco de las celebraciones de los 20 años del mencionado CBGB's. El club neoyorquino montó un par de semanas de conciertos para celebrarlo y la idea era sacar un disco con lo mejor de dichas actuaciones. Por lo que sea la idea se quedó en un cajón, pero las cintas con el concierto de los de David Yow sonaban tan apabullantes que decidieron sacar el concierto entero por su cuenta y riesgo.
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