POWER POP. Solo los primeros acordes y ya nos suenan a luminarias del rock alternativo, a geniecillos del power pop, a Elvis Costello, a R.E.M., a Pavement, a Teenage Fanclub y a todo lo mejor de la música independiente. Un quinto álbum que sabe a victoria absoluta, a cima insuperable, con toda la insolencia y el estilazo de una banda que no busca la originalidad porque no le hace ninguna falta.
Con sus cuatro acordes y sus cuatro trucos se bastan y se sobran para ir soltando un temazo tras otro sin que parezca costarles esfuerzo alguno. Con una dejadez y una suficiencia que solo puede tener el que se ha aprendido la lección y ha comprendido los entresijos de la misma a la perfección. Tan bien que no creo que haya ser viviente que no se rinda a la altura de ese tema titular con el que nos trituran el alma.
Por supuesto no es lo único que vale la pena aquí. Ya lo he dejado caer, pero este discazo no tiene desperdicio en una escasa media hora que solo el que lo ha escuchado puede hacerse una idea de lo cortísima que se hace. "Confetti", "Rudderless", "My Drug Buddy", "Bit Part", "Alison's Starting to Happen", las que he mencionado arriba y casi todas las demás conforman un tapiz de fantasía tejido con el material con el que se fabrican los sueños.
★★★★☆
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