domingo, 20 de noviembre de 2022

Una ópera egipcia

Powerslave (Iron Maiden, 1984)

HEAVY METAL. Los Maiden dedican su quinto disco a la gloria del antiguo Egipto. Por tanto, como se podía esperar, nos endosan una obra faraónica y endiosada que cabalga sin brida en pos de la grandeza más mastodóntica. No es algo que nos pueda sorprender, sobre todo a la vista de los últimos movimientos de la banda tras la entrada de Bruce Dickinson. Así, Powerslave supone subir una rayita más en el nivel metalero del grupo, la excusa perfecta para montarse una gira que iba a ser la más larga y azarosa de su historia, un "World Slavery Tour" en el que no escatimaron en parafernalia, incluyendo sarcófagos, pirotecnia y una momia articulada de Eddie de 30 metros de altura.

Todos estos datos no me parecen accesorios, sino clave para entender lo que suena en este álbum. En realidad, la progresión de Iron Maiden siempre ha sido bastante gradual, sin grandes brusquedades. Aquí de nuevo "avanzan" a partir de lo mostrado en un Piece of Mind (1983), que a diferencia de la parroquia más acérrima al grupo, no veo para nada inferior. Por mucho que aquí refinen su ataque y ofrezcan lo que para sus seguidores son algunos de los hits definitivos del grupo.

En mi opinión, ni "Aces High" ni mucho menos "2 Minutes to Midnight" son para tanto. Disfruto algo más el riff cortante de "Flash of the Blade", los aires de adobe moruno del tema titular y sí admito que veo bastante potable una "Rime of the Ancient Mariner", que en ese interludio con arpegio de bajo y guitarras jugando con el control de volumen puede contener los segundos más valiosos que hayan grabado los londinenses en toda su carrera.

Powerslave está ampliamente considerado como uno de los hitos de Iron Maiden y en ese aspecto no me considero con autoridad como para discrepar. Por mucho que vea The Number of the Beast (1982) como un disco mucho más abierto; o me encandile la guarrería callejera de Iron Maiden (1980); o incluso disfrute más del grueso del mencionado Piece of Mind (1983). Powerslave es un homenaje a la grandilocuencia y al grito pelado escoltado por coros de cartón piedra. Ahí es imbatible, pero a pesar del cosquilleo que produce, no sé hasta qué punto eso es algo que merezca tanto la pena.

★★★☆☆

A1 Aces High 4:31
A2 2 Minutes to Midnight 6:04
A3 Losfer Words (Big 'Orra) 4:15
A4 Flash of the Blade 4:05
A5 The Duellists 6:18
B1 Back in the Village 5:02
B2 Powerslave 7:12
B3 Rime of the Ancient Mariner 13:45
Total: 51:12

Los flamencos llaman ópera egipcia a cualquier obra de arte de aspecto o formas monumentales. Una obra de moros, decimos también para referirnos a los momentos más épicos y gigantescos que nos ofrece el arte. La Alhambra de Granada o la Mezquita de Córdoba tienen casi toda la culpa de esta última expresión.

En cuanto a la ópera egipcia con la que empezábamos, parece que tiene su origen en esa Nabucco de Verdi, ópera estrenada en 1842, famosa por el gigantismo y el lujo asiático de una puesta en escena que nadie había visto hasta entonces. Como lo que lían los Maiden en sus escenarios, cosa que se hizo pantagruélica con la gira de este álbum precisamente. Y sé que las comparaciones son odiosas, pero en este caso me sirven para recordar que, por si alguien no lo sabía aún, todo está inventado.

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