sábado, 19 de noviembre de 2022

Cachitos de cerebro

Piece of Mind (Iron Maiden, 1983)

HEAVY METAL. Juego de palabras para el "fastuoso" cuarto disco de Iron Maiden. Un disco dedicado a la locura, inestabilidad mental o psicopatía en término amplio. Y un disco que una vez más se graba con un nuevo miembro, en este caso, Nicko McBrain, el cual sustituye a Clive Burr a la batería por problemas personales que incluían las dificultades a la hora de compaginar su vida personal con las intensas giras del grupo.

Después de la barbaridad a todos los niveles que supuso The Number of the Beast (1982), los Maiden se enfrentaban a esa difícil continuación con las ideas claras, un Bruce Dickinson totalmente asentado y cómodo en su papel y un Steve Harris dispuesto como siempre a llevar las riendas del proceso creativo. Sus fijaciones y las de sus compañeros, muy activos también en el proceso compositivo, en este caso fueron variadas e incluían a Yukio Mishima y su retrato de los samurai ("Sun and Steel"), la muy recurrente mitología griega ("Flight of Icarus"), el cine ("Where Eagles Dare", "Quest for Fire"), los poemas épicos de Alfred Lord Tennyson ("The Trooper") y quizás lo más destacado, ese cierre con el que homenajean la novela Dune (Frank Herbert, 1965). El autor, en su aversión total hacia el rock, se negó en redondo a dejarles utilizar el título de la misma y tuvieron que llamarla "To Tame a Land", pero en su letra está clara la fuente.

Una vez más, un disco multirreferencial que trata de llevar a las masas conceptos y literatura más o menos oculta y más o menos elevada. Una intención muy loable, ya salga mejor o peor, que es lo que realmente más admiro del grupo. El envoltorio ya es otra cosa. Piece of Mind es un disco más heavy que dios, un auténtico manual de referencia en el que las galopadas wagnerianas y las baladas barrocas engullen cualquier atisbo de sutileza. Un disco ultraefectivo en el género, por tanto, en el que impresionan por el dominio que han alcanzado de la nueva visión que tuvo Harris y que Dickinson ayudó a materializar. No hay más que fijarse en lo que hace el vocalista, "La sirena antiaérea", en "Where Eagles Dare" para darse cuenta de lo impresionante de su registro vocal.

Habilidades y potencia muscular, himnos a mansalva y una agudización de la influencia celta en licks y melodías ("The Trooper", "Quest for Fire"). Todo pensado para dejarte clavado al sillón, aunque para mí tiene poco que ver con la emoción o la empatía. Sobre todo a ciertas edades. Por eso siempre veré a este Piece of Mind como un magnífico álbum de metal y simplemente como un buen disco de rock.

★★★☆☆

A1 Where Eagles Dare 6:11
A2 Revelations 6:50
A3 Flight of Icarus 3:52
A4 Die With Your Boots On 5:27
B1 The Trooper 4:13
B2 Still Life 4:56
B3 Quest for Fire 3:43
B4 Sun and Steel 3:27
B5 To Tame a Land 7:24
Total: 46:03

Los psiquiátricos también tienen su hueco en el imaginario del terror y por tanto son carne de inspiración para una banda que siempre ha hurgado en lo morboso. 

No solo nos encontramos dicha referencia en la portada, sino también en unas letras que juegan con lo inalcanzable y lo imposible de una manera tan inocente como encantadora. Será por eso que, aparte de la tremenda referencia a Dune (Frank Herbert, 1965) con la que cierran, este disco siempre significará para mí el salón de entrada a una institución a la que supuestamente vas a escapar de tus fantasmas, pero de la que en realidad no vas a salir jamás.

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