NEW WAVE. En su segundo álbum, Japan matizan su propuesta y sin abandonar las guitarras, abren su abanico a nuevas sonoridades, diluyendo aún más el funk en la mezcla o añadiendo algo de reggae a su post-punk de corte cada vez más atmosférico y casi diría que romántico.
Unas adiciones que no evitan que el grupo siga sonando afilado en una aproximación al kabuki que no deja de lado ni la sangre ni los cristales rotos. Una forma de pintar los nubarrones muy personal y que encuentra en ciertos momentos mágicos la suficiente carnaza para que esto se pueda considerar arte mayor.
No hay más que dejarse llevar por el increíble bajo (sin trastes) que vertebra "Automatic Gun"; o por los aires caribeños y casi reggae de una "...Rhodesia" que parece pensada para aquellos a los que The Police se les queda algo cortos; sin olvidar el post-punk vidrioso y astillado de "Love Is Infectious"; o las atmósferas turbias de "Obscure Alternatives"; o esa dupla con la que parecen invocar a Bowie en su cierre: "Suburban Berlin" (el título lo dice todo) y "The Tenant", la pieza perdida que el Camaleón podría haber olvidado meter en su gigantesco Low (1977).
Demasiados hitos como para despachar a este disco con la etiqueta de "obra de transición" o cosas peores. Personalmente me sorprende que tenga tan mala prensa. Puede situarse en esa ingrata tierra de nadie en la que no se puede aspirar a trascender, pero a su manera se acaba erigiendo en una obra con personalidad y atractivo indudables. Una obra donde relucen como en ninguna otra las dosis ingentes de Bowie, Roxy Music y The Velvet Underground que han tomado David Sylvian y los suyos. No puedo imaginarme que con tales referentes pudiera salir algo malo. Al menos no en esos años.
★★★★☆
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