domingo, 30 de abril de 2023

Demolición flamenca

Tercer cielo (Rocío Márquez y Bronquio, 2022)

 

DEMOLICIÓN FLAMENCA. De Omega (Morente & Lagartija Nick, 1996) han crecido tantas ramas que ya no se pueden contar. Es tal su influencia, que a veces se habla de ella con demasiada ligereza. Lo que nace aquí con Rocío Márquez y Bronquio no es más que una rama más de esa revolución, por mucho que, no lo olvidemos, este disco haya abierto una veta nueva y casi diría que ignota, convirtiéndose en un referente en sí mismo.

La onubense y el jerezano parecen empeñados con este proyecto en darle el revolcón definitivo al flamenco. Una embestida de la que no pueda recuperarse. Que no significa que esto busque el escándalo por el escándalo sin mayor profundidad ni repliegues. Esos mismos dobleces con los que desfiguran la cara de Rocío en la portada son los que construyen una obra abisal y digna de análisis. Un hito en el que se demuestra una vez más que, por mucho que se intente echar abajo el flamenco hasta dejar a la vista los cimientos mismos del arte, este no deja de resistirse al derrumbe para erigirse triunfante y reconocible con todo su dolor, todo su jolgorio y toda esa expresividad que solo podemos encontrar en él. 

Será porque el trabajo está bien hecho, pero lo cierto es que sin saber por qué, lo funerario ("Paraíso. Cuántos cuerpos por venir", "La piel #2") se acentúa hasta la ceguera lacrimosa con esos toques metálicos de una electrónica que también nos hace resituarnos ante lo festero ("De mí", "Agua"). Hasta el punto de que, al hacernos verlo desde un ángulo totalmente dislocado y casi diría que antinatural, lo podemos disfrutar desde una perspectiva fresca y novedosa, casi como por primera vez.

Todas estas sensaciones me provoca una obra de arte global, retadora, asfixiante y luminosa. Todo a la vez. Un disco plagado de opuestos. Un trabajo que moldea el flamenco de una manera nueva y que además muestra a las claras sus deudas con cosas muy negras y muy retorcidas como pueden ser los últimos trabajos de Low o de un Scott Walker que vuelve a meter sus tentáculos en almas ajenas. O eso me parece a mí. Las sensaciones, al menos, son igual de auténticas, igual de tenebrosas, igual de descuartizadas.

★★★★✩

1 Paraíso. Cuántos cuerpos por venir (Canción milonga) 4:53
2 Exprimelimones (Bulerías) 3:59
3 Niña de sangre (Verdiales) 2:37
4 De mí (Rumba) 3:54 with 41V1L
5 La piel #1 (Seguiriya) 1:08
6 Un ala rota (Garrotín) 4:08
7 Droga cara (Aguilando) 2:17
8 Agua (Tangos) 3:39
9 El mengue y la zarabanda 2:38
10 La piel #2 (Seguiriya) 1:39
11 Grande (Debla) 2:15
12 Prefiero la muerte (Canción por Soleá) 4:12
13 Mmmm (Bulerías) 4:53
14 Mercancía (Pregón) 3:14
15 La piel #3 (Seguiriya) 1:36
16 El corte más limpio 8:00
17 La marca (Canción Toná) 3:23
Total: 58:25

Xxx

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