RHYTHM & SOUL. Nos lo expliquemos o no, lo cierto es que John Robert Cocker siempre ha sabido rodearse de los mejores. Aquí meten sus manos George Harrison o el gran Leon Russell, entre otros, para que el de Sheffield siente cátedra con otro puñado de interpretaciones inapelables de The Beatles, Bob Dylan, Leonard Cohen o el propio Russell, amigo inseparable desde este momento y casi diría que alma gemela condenada a entenderse con el rudo cantante.
La influencia del compositor de Oklahoma no debe menospreciarse. No solo llevó de la mano a Cocker en sus primeros contactos con los EE.UU., sino que le ofreció su glorioso cancionero, le acompañó instrumentalmente y llegó a buscarle la banda de apoyo para su subsiguiente tour por Norteamérica. Más que un amigo, un mentor, un apoyo incondicional y casi diría que un faro al que seguir. Una figura capital en el éxito del rudo ex-instalador de gas inglés.
Y lo de rudo viene al pelo en una continuación que sigue usando el molde con el que armó su fantástico debut. Un molde que asegura el éxito, aunque también es verdad que aquí Cocker suena más áspero que en el álbum anterior. Si en With a Little Help From My Friends (1969) su garganta ya sonaba como el papel de lija frotando la madera, aquí todo eso se multiplica en un ejercicio liberador que en "Hitchcock Railway" alcanza el súmum del rajo. No solo Ray Charles podría mirar esto con orgullo. También animales más abisales como Howlin' Wolf, creo que podrían invitar a Joe a una copa. No es decir poco, lo sé, pero lo digo con toda la tranquilidad del mundo.
★★★★☆
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