miércoles, 14 de febrero de 2024

El extremo positivo

Bizarre Ride II the Pharcyde (The Pharcyde, 1992)

 

ALT. RAP. Imani, Slimkid3, Bootie Brown y Fatlip formaron este grupo en Los Ángeles a finales de los 80 con una idea clara en la mente: demostrar que el hip hop podía seguir sonando a calle aun despojándolo de sus elementos más truculentos y agresivos. Así, con este objetivo siempre presente, se centraron en ofrecer su visión personal alejados de las balas, la violencia y esos lugares comunes que amenazaban con hacer del rap una fórmula que repetir más que ese arte vivo y cambiante que podía y debía aspirar a ser.

Por eso este debut es tan refrescante. Por la manera tan desprejuiciada con la que crean unas bases llenas de todo lo que les gusta, de cosas que te esperas y de muchas otras que jamás imaginarías que estuvieran aquí. Sci-fi, pop, rock y jazz a mansalva, sobre todo de esto último, arman unas estructuras poderosas pero livianas, sorprendentes pero siempre en su sitio. Una música que explosiona durante todo este trayecto delicioso en el que estos cuatro nos asestan puñaladas de color directas al alma. Unas revelaciones que con toda su inteligencia no dejan de ser cantos al amor, al barrio y al sexo sin tapujos ni cortapisas. Algo, esto último, que parece obsesionarles desde la misma portada.

Una portada con miga, porque nos lleva directamente a ese supremo Mothership Connection con el que los Parliament de George Clinton sorprendieron al mundo en 1975. Un álbum seminal al que parecen homenajear con esa vagoneta que sale de una cueva del terror más que lúbrica. No es de extrañar que el funk retrofuturista resuene en todo el disco, aunque tampoco diría que sea la influencia más clara. Como digo, si tuviera que elegir un estilo al que culpar de lo bien que suena todo esto, ese sería el jazz.

Digo esto con total tranquilidad, aunque no me quiero dejar en el tintero la influencia que sin duda tuvieron sus hermanos de De La Soul, banda que poco antes habían reinventado el hip hop a base de luminosidad y alevosía desde la otra punta del país. Nueva York contra Los Ángeles, aunque esta vez abrazados en una unión, más que nunca, inevitable. En un triunfo absoluto del amor por encima de odios y malos rollos, que coloca a este disco en la cumbre como una de las obras más sorprendentes, sugerentes e irrebatibles que haya dado el rap.

★★★★☆

1 4 Better or 4 Worse (Interlude) 0:44
2 Oh Shit 4:22
3 It's Jiggaboo Time (Skit) 1:26
4 4 Better or 4 Worse 5:05
5 I'm That Type of Nigga 5:15 feat. Buckwheat
6 If I Were President (Skit) 1:01
7 Soulflower (Remix) 4:23
8 On the DL 4:28 feat. Buckwheat
9 Pack the Pipe (Interlude) 0:21
10 Officer 4:00
11 Ya Mama 4:21
12 Passin Me By 5:03
13 Otha Fish 5:22
14 Quinton's on the Way (Skit) 2:10
15 Pack the Pipe 5:04
16 Return of the B-Boy 3:39

Total: 56:44

Lo he dicho arriba y me reafirmo. La portada, a pesar de toda su luz y su color exagerado, me retrotrae a los tiempos lejanos en los que George Clinton, al frente de sus Parliament, trataba de noquear al respetable a base de paletadas de funk. 

No es solo las fundas de ambos discos, también está en la música, la actitud libertaria y en ese vómito de negritud militante y orgullosa que ambas obras acaban teniendo lo quieran o no. Que tampoco digo que se haga aquí una defensa racial ni nada de eso, pero está claro que, aun sin quererlo, estamos ante dos muestras flamantes y lustrosas de lo mejor que la cultura negra puede ofrecer.

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