PUNK POP. Puede que hayan aclarado su sonido, que suenen más profesionales y que se les entienda todo. Puede que todo esto suene a defecto cuando en realidad es toda una virtud para una banda que suena aquí más segura que nunca. Una banda que no solo no ha perdido nada de filo, sino que suenan más brutales que antes, que hablan el idioma de su generación como ninguna otra, que da en la llaga de lo que pasa en la calle en nuestros días y que se deja de metáforas para denunciar los dolores de esa juventud que hoy en día va de los veinte a los no se sabe cuántos.
Por eso tanta gente se va a sentir identificada con estas canciones. Incluso los que no sufran en sus carnes lo despiadado de esta sociedad. Por desgracia, siempre va a haber hijos, conocidos, familiares y amigos que te recuerden que nada de lo que aquí suelta Álvaro García es mentira ni va a perder vigencia en mucho tiempo. La gentrificación, la especulación urbanística, los precios del alquiler, los derechos laborales, pero también las consecuencias psicológicas de toda esta carnicería... Todo tiene cabida en un disco de acción directa en el que la euforia se entremezcla con la desesperanza de una manera que no se sabe dónde empieza una y termina la otra.
Y es que en el quinto disco de la banda todo está mejor hecho, todo suena mucho más cristalino y... no sé, ¿no echamos de menos la mugre de antaño? No, porque el mensaje sigue siendo demoledor. Pero, ¿no nos gustaría algo más de poesía? Bueno, aquí te sueltan eso de "el entusiasmo nos atraviesa con su cuchillo de primavera". Vale, pero sigue siendo poco para la imaginación. Será que la cruda realidad nos está dejando sin ella. Aun así, si la música deja de ser arte para ser solamente ariete, ¿nos va a seguir valiendo? No es que ¡Ahora! vaya a responder a todas estas preguntas ni podemos pedírselo. En realidad, solo por el hecho de que nos remueva hasta el punto de cuestionárnoslo todo, ya merece la pena. Ofrece sus dudas, tiene canciones muy grandes... El tiempo acabará dictando sentencia. De momento habrá que dejarlo macerar.
★★★☆☆
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