miércoles, 8 de enero de 2025

La habitación del pánico

Room on Fire (The Strokes, 2003)

ROCK. Segundo trabajo de la sensación en el rock de principios de milenio. Obra en la que se aprecia una agradecida línea continuista respecto a su pelotazo del 2001, aunque también un cierto intento por depurar texturas y dinámicas para avanzar hacia una madurez de la que deberían haber huido como de la peste. Aun así, todavía se las apañan para sonar frescos y pertinentes.

Un logro que recae mayormente en unos cuantos temas de relumbrón como "What Ever Happened?", "Reptilia", "12:51" o "Meet Me in the Bathroom". Canciones que sobresalen sin problemas de una clase media más normalita, con algún conato de genio escondido, pero que tampoco se puede decir que vaya a salvarnos la vida como sí que hicieron sus hermanas mayores dos años antes.

En definitiva, un disco que se aprovecha de la inercia lograda con un éxito que no creo que se esperaran. Una obra con la que los neoyorquinos siguen surfeando la ola gigante que se habían encontrado y que los deja en un relajado pero nada tranquilizante stand-by que no sabíamos muy bien por dónde iba a salir en el futuro.

★★★☆☆

1 What Ever Happened? 2:54 ✔
2 Reptilia 3:41
3 Automatic Stop 3:26
4 12:51 2:33 
5 You Talk Way Too Much 3:04
6 Between Love & Hate 3:15
7 Meet Me in the Bathroom 2:57
8 Under Control 3:06
9 The Way It Is 2:22
10 The End Has No End 3:07
11 I Can't Win 2:34
 
Total: 32:59

Aquí voy a tirar de tontería y comparar esta portada con la de ese The Final Cut (1983) con el que Roger Waters se despediría de Pink Floyd. Un disco que está entre los menos memorables del combo de Cambridge y que, ya lo sé, no tiene absolutamente nada que ver con este álbum que nos ocupa.

Lo que pasa es que la similitud entre ambas cubiertas, la cual puede que solo esté en mi mente enferma, me hace preguntarme el porqué de una conexión que para los Strokes no podía traer más que problemas. Vale, el segundo de los neoyorquinos es, en mi opinión, bastante mejor que el de los británicos, pero... ¿No podrían haberse buscado una inspiración más recia o más indiscutible?

Tontería es que breguemos. Seguro que Julian Casablancas y los suyos ni siquiera se han dado cuenta de un parecido que tampoco es tan palpable. Al cien por cien. Ahora pegaría un "no he dicho nada", ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario