ART ROCK. No creo que haya un disco que merezca el apelativo de totémico más que este debut de la Velvet. Desde el mismo envoltorio hasta los últimos estertores eléctricos de "European Son", todo este brebaje perverso tiene una vida propia, un estatus legendario.
La banda se formó en 1964 cuando Lou Reed entró en contacto con John Cale. Sterling Morrison a la guitarra y Angus McLise a la batería completarían esta primitiva formación. Este último duraría poco y no llegaría ni a la grabación de este estreno para el que ya contaban con el baqueteo característico de Maureen Tucker. Su mezcla de ruido, distorsión, azúcar y letras de temática escabrosa como las drogas, el sadomasoquismo o el travestismo no llamó la atención de casi nadie. Hasta que un tal Andy Warhol se fijó en ellos y los convirtió en algo así como la banda residente de la Factory. Antes de grabar el primer álbum, la banda se embarcó en un espectáculo itinerante ideado por Paul Morrisey, el Exploding Plastic Inevitable. Este consistía en un show de luces, bailarinas y proyecciones acompañadas por la música estridente y brutal que empezaban a pergeñar.
Lo misterioso de este disco radica en cómo, a pesar de ser descatalogado poco después de ser editado por su poca repercusión, ha logrado influir a tantos grupos y movimientos de pelaje tan diverso. Se puede decir sin temor a exagerar que ha sido el instigador directo del punk, el art rock, el glam, la música siniestra, el noise, el movimiento independiente de los 80, 90 y qué se yo. Sí, este es el responsable de que todo aquél que, tras su edición, se haya acercado a la música desde una perspectiva arty, descarada o maldita haya acabado formando un grupo.
La banda se formó en 1964 cuando Lou Reed entró en contacto con John Cale. Sterling Morrison a la guitarra y Angus McLise a la batería completarían esta primitiva formación. Este último duraría poco y no llegaría ni a la grabación de este estreno para el que ya contaban con el baqueteo característico de Maureen Tucker. Su mezcla de ruido, distorsión, azúcar y letras de temática escabrosa como las drogas, el sadomasoquismo o el travestismo no llamó la atención de casi nadie. Hasta que un tal Andy Warhol se fijó en ellos y los convirtió en algo así como la banda residente de la Factory. Antes de grabar el primer álbum, la banda se embarcó en un espectáculo itinerante ideado por Paul Morrisey, el Exploding Plastic Inevitable. Este consistía en un show de luces, bailarinas y proyecciones acompañadas por la música estridente y brutal que empezaban a pergeñar.
Lo misterioso de este disco radica en cómo, a pesar de ser descatalogado poco después de ser editado por su poca repercusión, ha logrado influir a tantos grupos y movimientos de pelaje tan diverso. Se puede decir sin temor a exagerar que ha sido el instigador directo del punk, el art rock, el glam, la música siniestra, el noise, el movimiento independiente de los 80, 90 y qué se yo. Sí, este es el responsable de que todo aquél que, tras su edición, se haya acercado a la música desde una perspectiva arty, descarada o maldita haya acabado formando un grupo.
Los jugos venenosos que rezuma siempre estarán ahí. La liturgia se abre con "Sunday Morning" y su melodía dulce y perversa, del tono que encontraremos en joyas "delicadas" del calibre de "Femme Fatale", "There She Goes Again" o "I'll Be Your Mirror"; la parte urbana del asunto se nos presenta con la suciedad primitiva de "Waiting for the Man", oda a ritmo de rock machacón a la eterna espera del adicto por su dosis, y es ampliada y potenciada por la visceralidad de "Run Run Run"; "Venus in Furs" es una de las piezas centrales del disco por el uso del violín eléctrico de Cale que con su belleza planeadora y agreste nos remite a ambientes exóticos para enmarcar un sadomasoquismo sin máscara ni trampa; otra sería "All Tomorrow's Parties" con una Nico amenazante y gélida como el acero; y la última sería "Heroin", auténtica clave junto a "Venus..." del sonido de la banda, con su ritmo cardíaco y su aceleración psicótica. Estos tres clásicos ya darían entidad de joya a este disco, pero es que hay más. Las dos piezas que quedan son las más arriesgadas. "Black Angel's Death Song" es un recitado abstracto y frenético sobre una base de violín eléctrico, que deja sin aliento. Como sin aliento deja el cierre, "European Son", que empieza a ritmo de rock & roll espectacular y termina anegado en electricidad y feedback. Un muro impenetrable para cerrar un disco abrumador.
Un álbum que se beneficia de la participación de Nico, la cual no se repetiría en ocasiones sucesivas. Esta diferencia le otorga un toque único, aunque no todos en el grupo lo entendieran en su momento. Sin duda, gran parte del helor fantasmal que recorre las grietas de The Velvet Underground And Nico se debe a la aportación severa, incólume de la teutona. Es solo un detalle que hace que la palabra "irrepetible" deba estar reservada para obras como esta. Si es que hay alguna.
A1
Sunday Morning
2:53 ✠
A2
I'm Waiting for the Man
4:37
A3
Femme Fatale
2:35
A4
Venus in Furs
5:07 ✠
A5
Run, Run, Run
4:18
A6
All Tomorrow's Parties
5:55
B1
Heroin
7:05 ✠
B2
There She Goes Again
2:30
B3
I'll Be Your Mirror
2:01 ✠
B4
The Black Angel's Death Song
3:10
B5
European Son to Delmore Schwartz
7:40
Total: 47:51The Exploding Plastic Inevitable (EPI) fueron una serie de espectáculos multimedia ofrecidos por Andy Warhol entre 1966 y 67 y que consistían en conciertos (o experiencias aurales) de The Velvet Underground And Nico, proyecciones del propio Warhol y bailarines al son de la música. Las luces estroboscópicas ayudaban a crear un ambiente irreal y catártico rayando lo obscenamente soportable.
El sonido del álbum está en buena parte influido por las ansias experimentales de John Cale, músico de formación clásica influido por las vanguardias de La Monte Young, John Cage y el movimiento Fluxus.
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