Los datos nos dicen que el decimoctavo disco de Stevie Wonder es un disco triple compuesto por dos LPs y un EP que hace de lazo para este auténtico regalo de 85 minutos. La escucha nos aclara más cosas. Para empezar que el título no miente y esa "clave de vida" en la que se ha grabado se deja notar en el sonido y en las palabras. Aparece inoculada en los pliegues de los momentos lentos en los que late con animosidad y calma. Y por supuesto se te echa a la cara en las piezas de funk venenoso y festivo que pueblan el álbum como plantas trepadoras de una jungla exuberante. Todo un manantial curativo que nunca se agota.
Sé que el entusiasmo me ha superado y he hablado mucho sin decir nada. Ese va a ser siempre mi fallo. Que el entusiasmo se me encienda es algo que debo asumir y tratar de aplacar. Aun en momentos tan justificados como durante la escucha de este disco. Aun en la catarsis soberbia que suponen sus melodías y su entrega. No me importa reconocerlo. Lo escojo como amuleto protector. "Corazones de pedernal… ¡Vade retro!".
★★★★★
El disco surgió de un etapa turbulenta en la vida del cantante. Llegó a plantearse seriamente dejar su carrera discográfica antes de grabarlo. No solo no lo hizo, sino que firmó una ampliación de contrato millonaria con Motown. De toda esta grandeza surgió el germen poderoso de esta construcción ambiciosa y mastodóntica que es Songs in the Key of Life.
Fue un álbum ambiguo en el aspecto creativo e interpretativo. A pesar de contener un puñado de temas en los que Stevie lo escribe y lo toca absolutamente todo, también cuenta con otros en los que colaboran numerosos artistas más o menos conocidos, no solo en la interpretación, sino en la escritura de los mismos. Se trata mayormente de los temas de más compromiso social. Al final se cuentan sobre 130 las personas que trabajaron para sacar adelante el disco.
El disco es habitual de casi cualquier lista glosando lo mejor de la historia. Entre todas ellas mencionaré el hecho de que los usuarios de Yahoo! lo votaran mejor álbum de siempre (ahí es nada) en 2008.
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