ROCK NOIR. Saioa se destapa con un disco de cocción lenta, uno de esos que se va desplegando poco a poco, con perfección milimétrica, en las antípodas de las prisas y el bullicio. "Matrioska Heart" viene en una edición preciosa, algo que se está perdiendo en estos tiempos prosaicos. Está cantado en inglés y euskera, reflejo de su contenido, electricidad y madera, country noir y terruño, Mary Gauthier y Mikel Laboa.
Es inevitable que, como oyentes, busquemos referentes, lazos, algo que nos ayude a entender. Con Saioa no están tan a la vista. Será porque esta artista hace lo suyo sin importarle otras consideraciones. Ya hemos mencionado un par de pistas que podemos rastrear en su música, aunque tal vez sean más cosa de la pereza, de no saber encontrar el manantial. Como cuando digo que me recuerda a Cat Power y a una Anari más folk. O cuando relaciono la duración monstrenca de sus diatribas con las del líder de esos a los que llaman Red House Painters.
"Matrioska Heart" es el primer disco largo de Saioa y, aunque suponga una empresa costosa y ardua, su digestión acaba siendo todo un placer. Su voz es dulce y envolvente, muy expresiva y es el auténtico motor de unos temas que estiran la parquedad hasta extremos durísimos. Hay muy pocos artistas capaces de trazar una melopea y llevarla hasta los ocho minutos sin resultar cansinos o, seamos claros, insoportables. Saioa tiene la insolencia de creerse todo un Mark Kozelek. Menuda arrogancia. Si no fuera porque, aunque aún no lo es, va a serlo muy pronto. Cuando le dé la real gana.
★★★☆☆
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