FREAK FOLK. A Devendra se le empieza a ir la olla de manera preocupante y añade de manera impúdica influencias que sobrecogen/sorprenden/levantan bostezos. Todo a partes iguales, sin contención ni restricción alguna. A las conocidas de sus comienzos y las recientes brisas brasileiras hay que incorporar toques de Iggy Pop, Santana, David Bowie, soul, rock latino e incluso funk.
He dicho preocupante dejándome llevar quizás por la hipérbole. Al fin y al cabo, Devendra aquí sigue sonando a Devendra. No se puede decir que se haya traicionado a sí mismo ni que vaya a decepcionar a sus seguidores más acérrimos. Que suena más pastoso y menos enfocado, también. Y eso, sin ser el mayor crimen de la historia, resta puntos a una discografía que hasta este momento no era ni mucho menos intachable, pero sí muy defendible.
Sigue siéndolo en cierta forma, pero a nadie se le escapa que esto es un bache o incluso una excusa perfecta para desengancharse del abrazo del cantautor norteamericano. Dejémoslo en un cómodo y relajado stand-by.
★★★☆☆
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