El contenido por su parte no deja de ser sorprendente, aunque no siempre en el buen sentido. El nervio y la brutal elocuencia del trío de álbums inicial quedan diluidas aquí casi por completo. "Dancing Barefoot" sigue teniendo flama poética capaz de quemar lo que sea y es para mí su mejor canción, "Frederick" es un arranque triunfal, "Revenge" está llena de ese veneno que sólo ella sabe sintetizar, pero poco más.
Hay más momentos, si bien no tan sobresalientes como los mencionados, que mantienen el notable con holgura, pero la pasión, el ansia y el deseo expresivo están mucho más apagados en esta primera despedida. Patti Smith se prepara para sus tareas domésticas apagándose poco a poco. Sin rozar la insustancialidad, entregando un colección de canciones muy buena. Lo que pasa es que nos tenía muy mal acostumbrados.
★★★☆☆
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