sábado, 12 de septiembre de 2020

El último refugio de los canallas

Patriots (Franco Battiato, 1980)

ROCK DE AUTOR. Decidido a llegarle a las masas, Franco Battiato diluye su intelectualismo y se zambulle de lleno en lo popular en un disco que fue su primer éxito comercial propiamente dicho. Un éxito tímido y que tampoco era para tirar cohetes, pero al menos una buena toma de contacto con lo que el público demandaba.

El disco se erige sobre tres pilares que destacan sobre el resto por su robustez y su buena factura. Y además, en un dechado de equilibrio, se colocan al principio, en el centro y al final. Son, efectivamente, "Up Patriots to Arms", "Prospettiva Nevski" y "Passaggi a livello". Estas tres piezas son las que dan consistencia al disco y las que marcan su tono, aunque el hecho de que el resto se quede bastante atrás no ayuda a que podamos llamarlo clásico absoluto.

No, Battiato aquí está jugando con una nueva forma de acercarse al pop. Está experimentando cómo usarlo para extender su profundo y a veces enrevesado mensaje. Por eso no puede evitar soltar citas a Leopardi, a "En busca del tiempo perdido" (Marcel Proust, 1913-27) o al "Tannhäuser" wagneriano. Por eso a menudo suena demasiado pomposo y alejado de un populacho ávido de calidad, pero al que no se le puede pedir tamaño esfuerzo.

Aquí podemos oir frases en árabe, inglés, alemán y francés, un poliglotismo que nunca abandonaría el cantautor siciliano. Algo que es una muestra más que significativa de que se toma tan en serio su arte que no le importa el qué dirán. Porque una cosa es venderse en las rebajas y otra muy distinta regalarse. Totalmente de acuerdo, pero a este nuevo Battiato todavía le faltaba depurar su modus operandi.

★★★☆☆

A1 Up Patriots to Arms 5:01
A2 Venezia-Istanbul 4:37
A3 Le aquile 4:10
B1 Prospettiva Nevsky 3:56
B2 Arabian Song 3:40
B3 Frammenti 3:56
B4 Passaggi a livello 3:38

Total: 28:58


Unido por un cordón umbilical al mundo, así dicho en sentido amplio, Battiato nos traslada aquí a Oriente Próximo, de Venecia a Estambul (la primera le remite "instintivamente" a la segunda) y a San Petersburgo, con su archiconocida Avenida Nevski, una de las avenidas más famosas y señoriales del mundo, tan llena de lujo y gigantismo como de historia. Diseñada y proyectada en 1741, ya se ideó como "la mayor y más rica calle de la ciudad". Sus adoquines han presenciado sucesos capitales y a menudo sangrientos en el devenir de la historia y es todo un símbolo de la ciudad y de Rusia. Así la describía el dramaturgo Nicolai Gogol:

"No hay nada mejor, por lo menos para Petersburgo, que la perspectiva Nevski. Ella allí lo significa todo. ¡Con qué esplendor refulge esta calle, ornato de nuestra capital!... Yo sé que ni el más mísero de sus habitantes cambiaría por todos los bienes del mundo la perspectiva Nevski... No sólo el hombre de veinticinco años, de magníficos bigotes y levita maravillosamente confeccionada, sino también aquel de cuya barbilla surgen pelos blancos y cuya cabeza está tan pulida como una fuente de plata, se siente entusiasmado de la perspectiva Nevski. ¡En cuanto a las damas!... ¡Oh!... Para las damas la perspectiva Nevski es todavía más agradable. ¿Y para quién no es ésta agradable?... Apenas entra uno en ella percibe olor a paseo. Aunque vaya uno preocupado por algún asunto importante e indispensable, es seguro que al llegar a ella se olvidan todos los asuntos..."

(http://elplanetaviajero.blogspot.com/2009/02/la-perspectiva-nevski.html) 

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