martes, 1 de septiembre de 2020

Punk lacerante

Album: Generic Flipper (Flipper, 1982)


NOISE PUNK. Flipper redujeron el punk a escombros y con los cascotes edificaron una cosa infecta, contrahecha y llena de agujeros y detritus. Para comprobarlo, nada mejor que su debut, un álbum que suena a corrosión y a veneno. Un disco dominado por la electricidad más encabritada y el ruido más salvaje, pisoteado por una vibración llena de graves y en el que los riffs juegan con una lentitud sepulcral.

En las canciones domina siempre una base rítmica que es la que da cierta forma a las piezas. La guitarra va por su cuenta en un continuo e indefinible cortocircuito que amenaza con reventarte los tímpanos. Y la voz se limita a soltar soflamas y erupciones asesinas sin acercarse ni de lejos a algo que se parezca a una melodía. Ingredientes, como ven, que solo podrán satisfacer a los más adictos a toda aberración sónica hecha con las tripas más purulentas.

Un artefacto que influiría desde el underground a gente muy diversa. De Melvins a R.E.M., de Nirvana a Black Flag, muchos son los que deben la vida a este grupo y a este disco. Los Melvins, sin ir más lejos, han confesado que con Flipper aprendieron que se puede hacer punk sin tocar rápido. Y a partir de estos estertores se puede rastrear lo que era o iba a ser el noise rock, el post-hardcore, el grunge y hasta el sludge metal. Demasiados infectados como para no temer la carga viral de un álbum incontestable e ineludible si pretendes entender todas las jugosas facetas del rock más duro.

A1 Ever 2:54
A2 Life Is Cheap 3:55
A3 Shed No Tears 4:20
A4 I Saw You Shine 8:25
B1 Way of the World 4:18
B2 Life 4:39
B3 Nothing 2:18
B4 Living for the Depression 1:22
B5 Sex Bomb 7:45
Total: 39:56

No me digan que la carátula de este disco no tiene algo. Y no es que avasalle por un barroquismo artístico sin parangón, pero en su minimalismo, en ese toque de neutralidad absoluta que le da la simpleza de un fondo sólido en amarillo y una tipografía elegante y sencilla de lineas rectas, consigue que nos detengamos en ella. Debe ser por lo hartos que estamos de estímulos en un mundo que va a 1000 por hora, pero por lo que sea no somos los únicos que apreciamos la limpieza y la sencillez. 

P.i.L., adrede o no, pareció inspirarse en esta portada de Flipper para su "Album" (1986) (También llamado "Cassette" o "Compact Disc", según el formato). Y en ambos grupos, el contraste entre el orden y la estructura equilibrada de su envoltorio y lo rugoso de su música, acaba fabricando un todo tan personal como adictivo. Pop art saliendo por el desagüe.

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