miércoles, 18 de agosto de 2021

Los malditos

Damned Damned Damned (The Damned, 1977)

 

PUNK. Todos los aficionados al rock tenemos esa cifra mágica bien grabada en el cerebro. El 77, el big bang, el año en el que explosionó un punk que ya se venía cociendo en una forma primitiva, pero rotunda, al otro lado del charco. Ese año se asociará para siempre con Gran Bretaña, los imperdibles, las crestas mohicanas, The Clash y los Sex Pistols.

Eso es lo primero que viene a la mente. Eso y la injusticia de dejar fuera a los auténticos pioneros de esto. Con su sonido garajero, su rock and roll infecto, The Damned fueron, no solo la tercera pata del banco, sino los primeros en casi todo si hablamos de punk rock. Fueron los primeros en grabar y publicar un single, los primeros en sacar todo un álbum y los primeros en girar por Norteamérica. Poca broma, por tanto, lo que nos encontramos en este debut referencial y totémico para cualquiera con un interés medio serio por ese movimiento punk que iba a asolar el planeta.

Los Damned deben su fama en buena parte a su actitud irreductible y auténtica hasta decir basta, tanto encima del escenario como fuera de él. Algo que se encuentra ya reconcentrado en este estreno producido por Nick Lowe. El que iba a ser yerno de Johnny Cash ya les había producido su estruendoso single de adelanto, "New Rose", así que era la opción más evidente para dar forma a este debut que iba a ser el trabajo más crudo y salvaje de todo lo que hicieran. 

Un sonido crujiente enraizado en el rock & roll clásico desde los primeros 10 segundos de "Neat Neat Neat". The Damned suenan aquí realmente avasalladores y junto a "New Rose" y "I Feel Alright", versión de The Stooges, son los mejores momentos del disco. También destacaría "Feel the Pain", que aporta el toque extraño y circense a una obra rotunda que se apoya sobre vigas maestras como "Fan Club", "I Fall", "Born to Kill" o "Stab Your Back", pero que se tambalea en el tramo comprendido entre las mencionadas "New Rose" y "I Feel Alright". Un pecado que le impide pelear por la corona con sus gloriosos y mugrientos coetáneos.

★★★

A1 Neat Neat Neat 2:32
A2 Fan Club 2:49
A3 I Fall 2:02
A4 Born to Kill 2:32
A5 Stab Your Back 0:55
A6 Feel the Pain 3:30
B1 New Rose 2:36
B2 Fish 1:33
B3 See Her Tonite 2:22
B4 1 of the 2 2:59
B5 So Messed Up 1:47
B6 I Feel Alright 4:16
Total: 29:53
 
 
La verdad es que el grupo era la leche. Dave Vanian al micro, con esos trajes de vampiro; Captain Sensible, aquí y al bajo y después a la guitarra, con los trajes más estrafalarios que se puedan imaginar y su sempiterna boina; el salvaje de Rat Scabies a la batería, un auténtico cromañón; y Brian James a la guitarra, en apariencia, el más normal.

Un combo que por encima de toda esta estética (poco estudiada, seamos sinceros) ofrecía un sonido aplastante jugándoselo todo a la carta de la velocidad y el no dejar pensar demasiado. En discos posteriores refinarían las melodías a lo Buzzcocks, pero siempre manteniendo esa furia que los hace el enganche perfecto entre los New York Dolls, los Dead Boys y cosas no tan jugosas, pero innegablemente influenciadas, como esos The Horrors. 

Lo cierto es que puede parecer una tontería, pero de toda la parafernalia punk, siempre me ha parecido que las pintas del vocalista han sido lo que más ha influido en todo ese rock gótico que se inspiró en el punk rock primitivo, Siouxsie a la cabeza. Llamadme loco.

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