martes, 2 de agosto de 2022

A caballo regalado...

The Gift (The Jam, 1982)

MOD ROCK. Este iba a ser el último disco de The Jam y las malas lenguas achacan su tasación generalmente negativa al hecho de que Paul Weller estuviera deseando volar y no tuviera sus cinco sentidos en la banda. Su escasa duración, la inclusión de algún que otro instrumental y lo insulso de más de un tema pueden acabar dando la razón a estos dardos envenenados.

O no. Si nos fijamos en la estupenda cara A, en esa gloriosa "Town Called Malice" y en ese recién descubierto northern soul que inunda el disco por todas partes, la cosa empieza a tener otro color. Ahí es donde nos paramos a pensar que a lo mejor el sexto disco de The Jam no es lo que nos han contado. Que quizás haya aquí mucho más a lo que agarrarse de lo que nos esperábamos.

Sorpresas que da la vida y una visión global que no consigo entender. Que la mayoría de seguidores compren sin dudarlo el tono taciturno y apagado de Setting Sons (1979) por encima de la vibración euforizante de este The Gift (1982) es uno de esos misterios sin resolver que no deja de intrigarme. Supongo que lo que nos gusta es que nos vistan al arte de una seriedad sin la cual simplemente no lo entendemos. Eso de relajarse y disfrutar no puede compararse al hecho de enfrascarse en el análisis de pedruscos conceptuales, actividad mucho más respetable desde el punto de vista intelectual. Si así son las cosas, algo huele a podrido en el reino de Dinamarca, amigos míos.

★★★

A1 Happy Together 2:50
A2 Ghosts 2:10
A3 Precious 4:10
A4 Just Who Is the 5 O'Clock Hero? 2:15
A5 Trans-Global Express 3:58
B1 Running on the Spot 3:07
B2 Circus 2:10
B3 The Planners Dream Goes Wrong 2:16
B4 Carnation 3:26
B5 Town Called Malice 2:55
B6 The Gift 3:06
Total: 32:23

No sabemos si Paul Weller se dejó llevar un poco a la hora de escribir las canciones para un disco que, está claro, no está entre los favoritos de la afición. Lo que sí es cierto es que, según ha declarado, en esa época se sentía encorsetado por un contrato que le obligaba a escribir canciones cumpliendo unos plazos que lo agobiaban. 

Es por tanto bastante seguro que su abandono del grupo viniera motivado por todo eso. También por una búsqueda de nuevas sonoridades que no acababan de ser del gusto de sus dos compañeros. En cualquier caso, una vez finiquitado The Jam, no tardó casi nada en formar otra banda, unos The Style Council con los que también consecharía éxitos de relumbrón, eso sí, bastante lejos de lo que había logrado con un trío que ya es historia del rock británico.

DISCOS RELACIONADOS


 

No hay comentarios:

Publicar un comentario