MOD ROCK. The Jam estrenan década con el colofón a ese trío de ases que todos los aficionados al grupo sitúan como su cúspide. Yo matizaría esto, pero lo cierto es que la unanimidad es casi absoluta a la hora de colocar All Mod Cons (1978), Setting Sons (1979) y este Sound Affects (1980) como la etapa dorada de los británicos.
En mi opinión, el quinto álbum de la banda supone una estilización de sus mejores poderes y, después de ese intento de disco conceptual que, personalmente, me llena más bien poco, no tengo dudas de que es una de sus mejores grabaciones. Un disco pegadizo, elástico y con sus momentos de contundencia. Todo un ejemplo si hablamos de casar elegancia y fiereza pop.
En Sound Affects, los Jam vuelven a cantarle al amor y a sus heridas con la misma convicción de siempre y con un plus de autoconocimiento y vehemencia que nos los devuelve puros y prístinos como el primer día. Será que los ritmos vuelven a funcionar como la máquina que siempre fueron, será que los arreglos están espolvoreados con una maestría especial. Debe ser eso y alguna cosa más que no consigo describir, pero con este álbum los de Woking rozaron el cielo por última vez.
★★★★☆
Para el siguiente jugaron con la expresión "setting sun", sol que se pone, y la cambiaron por Setting Sons (1979), tratando de apelar al sentimiento al conjurar la imagen de los hijos que se pierden en el ocaso prematuro que es la guerra.
En este, el título, Sound Affects, juega con esa otra sound effects (o fx), efectos de sonido. Además del título, unen todo el concepto al usar una portada que imitaba a la de esos discos de efectos de sonido que publicaba la BBC por la época. Como se puede ver, en ningún aspecto, ya fuera musical o externo, los de Paul Weller daban puntada sin hilo.
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