BLUES EXPLOSION! Continuando con las bondades de Orange (1994) en cuanto a esa elasticidad controlada que empezaban a dominar, esta continuación incide en la velocidad y la barbarie para acrecentar esa sensación de dominio absoluto. Eso sí, pierden ese equilibrio casi perfecto que habían logrado con un álbum anterior en el que abundaba lo adictivo. Aquí cuesta más seguirles el hilo, por mucho que se empleen a fondo en mantenernos pegados a su bacanal sónica y por mucho que se esfuercen en que el blues suene con más autoridad que nunca en su mezcla.
Muchos son los que se quejan de las eyaculaciones vocales de Spencer, pero yo siempre las he visto como el auténtico secreto del combo. Particularmente aquí pueden ser especialmente molestas para sus detractores, aunque, como digo, me parecen fundamentales a la hora de puntuar, marcar el ritmo o espolear los temas. Puede haber mucha tontería en ellas, pero incluso eso lo veo necesario. Todos esos gritos primarios, esas llamadas a las armas o esos llantos sin sentido se entremezclan con la música de una manera que, creo que para bien, los hace únicos. Al menos hasta "Sticky", claro, que eso es harina de otro costal.
En resumen, el disco más blues del trío es también el más rápido y el más deslenguado. No es el mejor, pero sí sube al podio.
★★★☆☆
BLUES EXPLOSION! Uno de los singles que se extrajeron de este álbum, quizás el más rutilante, fue esa furiosa "2Kindsa Love", un tema que se acompañó de un par de caras B y se editó en forma de CD single para gozo de la parroquia jonspenceriana.
Aparte de dicha cara A, no es que el trío no cumpla aquí con una mezcla de blues ululante y scratching, pero tampoco es esto la panacea. Como único detalle importante sí que diré que en los dos temas inéditos se aprecia el aliento circular e hipnótico que iban a explorar en su siguiente trabajo largo, Acme (1998). Algo que hacen desde una recién descubierta suavidad que, sin ser mala, no sé si es lo que mejor les sienta.
Total: 10:41
★★★☆☆
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