1978 (Joan Manuel Serrat, 1978)
CANCIÓN DE AUTOR. A pesar de empezar a airear el acomodo y el aire de ese algo digerido ya por las masas que sería la tónica en los ochenta (y noventa, y...), este disco se resiste a ser arrojado a la basura. No os fijéis en las letras de "Ciudadano" o "Irene", con peligrosos guiños a lo que sería el peor Joaquín Sabina.
("Los bolsillos temblando y el alma en cueros" // Irene, convidándome a conocerla...")... ¡Qué miedo! Menos mal que "Cenicienta de porcelana" empieza a enderezar el rumbo. "A una encina verde" lo fija, y a partir de "Qué bonito es Badalona" penetramos en el corazón del disco para disfrutar de la magnífica "Por las paredes". La primera es un pasodoble contagioso y la segunda un épico y poético recuento histórico de lo sucesos que han ido vertebrando la vida en esta piel de toro tan estirada, tan maltratada, tan suya y tan nuestra. Muy dylaniana, ese es el cénit hacia el que hemos ido ascendiendo. Ahora toca descender de nuevo por temas más convencionales, más manidos, aunque dotados aún de una sutil emoción cotidiana.
Así se perfila 1978. Serrat en los 70 era enorme... No hay duda... Claro que es seguro que esta afirmación se refiere a los primeros 70. Más concretamente al cambio de década... Y claro, aunque el cantautor parece resistirse a abandonar esa cima que conquistó con su esfuerzo, siendo honestos, este disco está más cerca de los 80... En gran parte al menos.
★★★☆☆
No hay comentarios:
Publicar un comentario