Catalpa (Jolie Holland, 2003)
FOLK FAÉRICO. Es fácil imaginárselo. Descubrir a esta artista a principios de este siglo debió suponer un impacto similar al de encontrarse por primera vez con Antony (ahora ANOHNI), Rufus Wainwright o Joanna Newsom. Un shock de parecidas dimensiones al de darse de bruces con la voz de Karen Dalton, madre artística de todos ellos. Porque lo que hace Jolie con su garganta, la forma en la que pulsa su guitarra o entona encima del banjo, parecen venir de otro mundo. Una descripción que solemos endosar a demasiados artistas. La mayoría no lo merecen, pero Jolie Holland, sí. Totalmente.
O eso intuimos en este debut. Si te lo ponen a ciegas, eres capaz de creerte que es un disco perdido que Karen Dalton grabó en el setenta y pico. Así de fantasmales suenan estos blues y así de crudita es una grabación que parece más una colección de demos que otra cosa. Una simpleza que ayuda horrores al aura de una artista que venía para quedarse, aunque no se puede decir que acaben beneficiando a unas canciones que no matan como sí harían en esfuerzos posteriores.
Y es que Catalpa podrá tasar muy alto entre la militancia, sumará estrellas por su autenticidad y su falta de impostura, pero tampoco creo que nos muestre nada más que la punta del iceberg de esta artista esquiva y original. De cualquier manera, una estupenda introducción a su mundo, y un disco que, en muchos aspectos, no ha llegado a superar realmente.
★★★☆☆
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