ROCK GAÉLICO. Este es el álbum con el que los Pogues comienzan su particular descenso a los infiernos. Si ya en el anterior, el glorioso If I Should Fall from Grace With God (1988), habían empezado a sacar la patita respecto a un alejamiento de los sonidos más canónicos de esa música celta que siempre los había definido, en este toda esa huida se materializa y deja momentos sugerentes, pero también una sensación de convencionalismo que no les pegaba para nada.
Es más que evidente al escuchar estas canciones que los Pogues se estaban institucionalizando, pero también se detecta con claridad que seguían con ganas de farra. Con tanta fuerza como el boxeador de la portada, Hugh Cameron, natural de Glasgow. Un detalle más que arrima a estos Pogues al Reino Unido para alejarlos un poquito de Irlanda. Ahí están canciones tan evidentes como "White City", "Misty Morning, Albert Bridge" o "London You're a Lady", para dejar claro que el cambio en la dirección del grupo era irreversible.
¿Había motivos para preocuparse, por tanto? Por supuesto. ¿Eran para tanto realmente? Tal vez no. Al fin y al cabo, sigue habiendo cantos de amor a la isla Esmeralda, los violines siguen resonando, aunque sea con menos frecuencia e intensidad, y las ganas de fiesta, como dije arriba, siguen prácticamente intactas. Bien escuchado, este disco puede estar anunciando la debacle, pero para nada forma parte de ella. Los Pogues siguen trabajando con materiales nobles, y aunque haya más momentos dudosos de los que nos esperábamos, siguen entregando piezas de gran calidad. Sobre todo las que firma un Shane MacGowan que claramente da un paso atrás aquí. Así estaban las cosas, pero en todo este "o lo tomas o lo dejas" creo que tenemos que seguir tomándolo con el mismo entusiasmo de los viejos tiempos.
★★★☆☆
Total: 45:01
Decir, como se decía en la época, que los Pogues se estaban volviendo ingleses me parece un poco tonto. Primero porque el grupo se había formado en Londres, que es donde vivían todos sus miembros. Y segundo porque al menos tres cuartas partes de la banda habían nacido en la Pérfida Albión.Sí que es cierto que Shane MacGowan, motor compositivo indiscutible en la banda, da un claro paso atrás agobiado por una vorágine de conciertos draconiana y por una inmersión cada vez más profunda en sus diversas adicciones. Algo que no hace sino enfatizar su importancia en la jerarquía del grupo sin menospreciar las suculentas aportaciones del resto de miembros.
No hay más que echar un vistazo a las composiciones de Shane para darse cuenta de esto. Suyas son "White City", "Cotton Fields", "Down All the Days", "USA", "Boat Train" y "London You're a Lady". Es cierto que dos de mis favoritas, "Young Ned of the Hill" y "Misty Morning", no son suyas, pero eso no quita que siga mandando con mano de hierro a la hora de firmar los mejores momentos del grupo.
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